KABUL (AP) — El recién nombrado enviado del Talibán ante Naciones Unidas pidió el miércoles un rápido reconocimiento a nivel internacional de los nuevos gobernantes de Afganistán, mientras que la Organización Mundial de la Salud alertó sobre un inminente desastre de salud en el país devastado.La crisis humanitaria es uno de los muchos desafíos que enfrenta el Talibán desde que tomó el control de Afganistán el mes pasado, entre ellos las nuevas amenazas del grupo Estado Islámico, que recientemente intensificó sus ataques, teniendo como objetivo a miembros del Talibán en su bastión en el este del país.
En una medida de emergencia, el coordinador de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, liberó el miércoles 45 millones de dólares en ayuda para Afganistán procedentes del fondo de emergencia del organismo mundial.
La OMS alertó que el sistema de salud de Afganistán está al borde del colapso y que se requieren medidas urgentes. Un equipo de la OMS encabezado por el director general de la agencia, Tedros Adhanom Ghebreyesus, visitó Kabul recientemente, y se reunió con líderes del Talibán, entre otras personas.
“El país enfrenta una inminente catástrofe humanitaria”, dijo la OMS, y añadió que miles de instalaciones de salud no cuentan con los fondos para adquirir suministros médicos y pagar los sueldos del personal de salud.
CIUDAD ACUÑA, México (AP) — Cientos de migrantes viven estos días entre dos aguas: poner su suerte en manos de Estados Unidos -que puede devolverles a Haití o dejarlos libres para tramitar el asilo— o permanecer en México, donde temen las redadas y ser detenidos aunque, de momento, las autoridades sólo los devuelven hasta la frontera con Guatemala.Nelson Saintil —un haitiano que viaja con esposa y cuatro hijos de 16, 13, 10 y 5 años— acababa de salir de Del Río, Texas, por miedo a las deportaciones. Pero en el lado mexicano, en Ciudad Acuña, se sentía el miércoles como en una cárcel al aire libre porque teme que sean detenidos si salen del campamento.
“No sé cuándo pararán las deportaciones (desde Estados Unidos) y antes de volver hay que estar seguros” de que nos liberarán para pedir asilo, dijo tras reconocer que sopesa casi a cada instante en qué orilla del Río Bravo quedarse. “No quiero ser como los ratones, que no se enteran que caen en la trampa porque volver a Haití es enterrar a una persona en vida”.
Bodlet Manaasse, de 27 años que dejó su trabajo de taxista en Chile para intentar llegar a Estados Unidos, hacía el camino inverso. Enfermo del hígado había regresado a México el domingo desde Texas para ir al médico y el miércoles volvía a cruzar a Del Río tras vivir una redada que dejó varias habitaciones destrozadas en un hotel el centro de la ciudad. “Mi hermano me llamó que nos toca pasar hoy”, dijo entre esperanzado y temeroso por lo vivido de madrugada y confiando en que esa ‘salida’ fuera quedar liberado en territorio estadounidense.
SAO PAULO (AP) — El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, dio positivo al coronavirus en Nueva York el martes, después del discurso del presidente Jair Bolsonaro ante la Asamblea General de Naciones Unidas.Queiroga se encontraba en buen estado y permanecería en aislamiento en Estados Unidos, informó el gobierno de Brasil en un comunicado. Recibió la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 en enero.
Otros miembros del gobierno brasileño que acudieron a Nueva York arrojaron resultados negativos en pruebas diagnósticas al virus, según el comunicado.
Horas antes, Bolsonaro habló ante la Asamblea General, violando el requerimiento de que todos los asistentes tenían que estar vacunados contra el COVID-19.
Bolsonaro, quien el año pasado enfermó de COVID-19, dijo en repetidas ocasiones la semana pasada que aún no se ha vacunado. Aseguró que vacunarse o no es una decisión personal y médica.
Queiroga fue fotografiado a un costado de Bolsonaro durante varias ocasiones esta semana. La mañana del martes tuiteó una fotografía con la primera dama, Michele Bolsonaro.
El ministro de Salud desayunó el lunes con varios empleados de fondos de inversión en Nueva York.
NUEVA YORK (AP) — El presidente de Argentina, Alberto Fernández, denunció el martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas que su país ha sido sometido a un “endeudamiento tóxico e irresponsable” con el Fondo Monetario Internacional.Fernández dijo que los recursos aprobados por el FMI a la Argentina en esta deuda “insostenible” fueron de 57.000 millones de dólares, lo que equivale a todo lo que el organismo desembolsó en el año de la pandemia con destino a 85 países del mundo.
“No hay ninguna racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que pueda justificar semejante aberración,” dijo Fernández, quien habló en un discurso pregrabado ante la asamblea.
Argentina recibió en 2018, durante el gobierno del conservador Mauricio Macri, un préstamo por 57.000 millones de dólares. La mayoría de ese dinero se destinó a pagar servicios de deuda y contener la cotización del dólar en 2019, cuando Macri buscaba una reelección que finalmente no consiguió.
Tras asumir la presidencia a finales del 2019, el peronista Fernández no aceptó que el país recibiera todo el préstamo, por lo que en concreto el monto adeudado es por 45.000 millones. Su gobierno está negociando cómo devolverá el préstamo en medio de una campaña electoral adversa para el oficialismo.
NACIONES UNIDAS (AP) — El racismo, la crisis climática y el empeoramiento de las divisiones ocuparán el primer plano en la Asamblea General de Naciones Unidas el miércoles, un día después de que su secretario general, António Guterres, lanzó una sombría advertencia al afirmar que “estamos al borde de un abismo”.Por primera vez desde el inicio de la pandemia del COVID-19, más de dos docenas de líderes mundiales comparecieron en persona en la jorna inaugural de la asamblea anual de alto perfil. La atmósfera era sombría, de enfado y funesta.
El presidente de China, Xi Jinping, advirtió que “el mundo ha entrado en un periodo de nuevas turbulencias y transformaciones”. Su homólogo finlandés, Sauli Niinistö afirmó que “estamos en una coyuntura crítica”. Y el de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, declaró que “el futuro nos está alzando la voz: ¡Menos armamento militar, más inversión en paz!”.
En la primera jornada de la Asamblea, que durará una semana, un orador tras otro criticaron las desigualdades y las profundas divisiones que han impedido una acción global conjunta para acabar con la pandemia, que se ha cobrado cerca de 4,6 millones de vidas en todo el mundo y sigue causando problemas, y el fracaso a la hora de atajar la crisis del clima que amenaza el planeta.
El coronavirus y el clima volverán a ser los temas más mencionados por los jefes de Estado y de gobierno. Pero la agenda de la cumbre para el miércoles centrará primero su atención en la conmemoración del 20mo aniversario de la polémica Conferencia Mundial de la ONU contra el Racismo celebrada en Durban, Sudráfrica, que estuvo marcada por los enfrentamientos en Oriente Medio y el legado de la esclavitud.
Estados Unidos e Israel abandonaron una reunión sobre un borrador de resolución que criticaba a Israel y comparaba el sionismo al racismo — una provisión que finalmente se retiró,. Veinte naciones boicotearán la conmemoración el miércoles, según la Conferencia de Presidentes de las Mayores Organizaciones Judías de Estados Unidos, que pidió que más países se unan “para seguir la lucha contra el racismo, la intolerancia y el antisemitismo”.
Tras el acto, los líderes mundiales volverán a subir al estrado del enorme salón de la Asamblea General. Entre las intervenciones del día están la del rey de Jordania, Abdullah II; el presidente de Indonesia, Joko Widodo, y el de Kenia, Uhuru Kenyatta.


