
El caso llevó al presidente Guillermo Lasso a decretar el estado de excepción nacional en todo el sistema penitenciario por “grave conmoción interna” y para “preservar los derechos humanos de las personas privadas de la libertad”, dijo en una rueda de prensa que brindó el miércoles por la noche desde Guayaquil.
“Es lamentable que las cárceles se las pretenda convertir en un territorio de disputa del poder por parte de bandas delincuenciales”, dijo tras enfatizar que vamos a actuar “con absoluta firmeza” para recuperar el control de la penitenciaría del Litoral y evitar que estos hechos se repitan en algún otro centro penitenciario, añadió.
El estado de excepción permite la movilización de todo el sistema de administración pública, incluido a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, hacia todos los centros de privación de libertad con el fin restablecer el orden y la convivencia pacífica, citó el presidente.
Visiblemente afectado, el primer mandatario ecuatoriano calificó de “malo y triste” lo que está sucediendo y admitió que al momento no puede afirmar que el control de la cárcel haya sido retomado. La principal preocupación es “preservar la vida de las personas privadas de la libertad” y garantizar los derechos humanos y la integridad de los privados de libertad y del cuerpo de seguridad penitenciaria, aseguró.

Waleed, un tunecino que como los otros cinco confiaba en cruzar el Mediterráneo para construirse una vida mejor en Europa, calcula que estuvieron unas cinco horas sacando agua del bote.
“Estábamos desesperados”, dio.
Entonces, al amanecer del 20 de septiembre, la tripulación de un barco de rescate les avistó con prismáticos. Vieron a Waleed y a los demás haciendo señas y apuntándoles con un láser.
Los migrantes estaban a unas pocas millas del Geo Barents, un barco de rescate gestionado por el grupo humanitario Médico Sin Fronteras. Había empezado ese mes a patrullar el Mediterráneo Central cerca de las aguas de Libia, un país castigado por los conflictos. De inmediato se envió un equipo del grupo.
A bordo encontraron a seis hombres: tres libios, dos tunecinos y un marroquí. Habían zarpado el día anterior de la localidad libia de Zawiya, un importante punto de salida para los migrantes que intentan la peligroso travesía. Los seis dijeron huir de situaciones difíciles o de riesgo en Libia, donde tres de ellos se habían instalado años antes por dificultades económicas en sus países de origen.
Los norteafricanos son una gran y al parecer creciente parte de los migrantes que intentan llegar a Europa por el Mediterráneo.

“Los europeos deben salir de su ingenuidad”, dijo Macron el martes en una conferencia de prensa en París, en sus primeras declaraciones sobre el nuevo acuerdo de defensa anunciado este mes por Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña.
“Cuando estamos bajo presión (...), mostrar que también tenemos poder y la capacidad de defendernos (...) es simplemente hacernos respetar”, dijo.
Como parte del pacto con Washington, Australia cancelará un contrato multimillonario para comprar submarinos franceses de diésel y eléctricos, para adquirir en su lugar submarinos nucleares estadounidenses. En una decisión sin precedentes, Francia retiró a su embajador en Estados Unidos como respuesta.
El embajador Philippe Etienne regresará el miércoles a Washington con un “mandato claro”, dijo Macron. El mandatario recalcó que él y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acordaron la semana pasada en una llamada telefónica abrir consultas en profundidad para crear las condiciones que restablezcan la confianza entre los dos aliados.
Macron dijo que tenía previsto hablar de nuevo con Biden a mediados de octubre, antes de una reunión en persona programada para finales del mes próximo en Europa.
Los Estados Unidos son “grandes amigos y aliados históricos en términos de valores, pero debemos ver que desde hace más de 10 años, los estadounidenses se centran primero en ellos mismos y tienen intereses estratégicos reorientados hacia China y el Pacífico”, comentó Macron.
“Como europeos, debemos participar en nuestra propia protección”, añadió. “No es una alternativa ni una sustitución de la alianza con Estados Unidos”, recalcó. Los planes europeos de defensa, añadió, deben trazarse al margen de su participación en OTAN.
Macron habló después de que Francia firmase el martes un acuerdo de defensa con Grecia que incluye que Atenas comprará tres buques militares por valor de varios miles de millones de euros.
La Unión Europea presentó este mes una nueva estrategia para impulsar sus lazos económicos, políticos y de defensa en la región del IndoPacífico.

Aunque uno de los dos ríos se lava se ha ralentizado en la isla de La Palma, el otro tenía más temperatura, era más fluido y se encaminaba a la pequeña localidad de Todoque, donde se desalojó a la población, dijo el departamento de respuesta a emergencias volcánicas de Islas Canarias.
Las autoridades esperan desde hace días que la lava llegue al océano Atlántico, pero la erupción ha sido errática. Tras una breve pausa el lunes, el coloso, que entró en actividad el 19 de septiembre, reanudó las explosiones con más intensidad en la noche.
Cuando la colada llegue al mar podría provocar explosiones y liberar gases tóxicos, aunque las autoridades dijeron que, debido a su lento avance, no esperan grandes problemas en la costa.
La Palma, que tiene unos 85.000 habitantes, forma parte de la cadena de islas volcánicas de Islas Canarias, ubicadas al noroeste de África. La isla tiene apenas 35 kilómetros (22 millas) de largo y 20 kms (12 millas) en su punto más ancho.

Fuertes lluvias castigaron el domingo la localidad de Kalingapatnam, en el estado de Andhra Pradesh, donde se inundaron carreteras y cientos de pueblos quedaron aislados, según el funcionario local Shrikesh Lathkar.
Un pescador estaba desaparecido y otro resultó herido cuando su bote se vio alcanzado por el oleaje, aunque no se reportaron muertes por la tormenta.
Las autoridades de dos estados costeros declararon la alerta antes de que el ciclón, que tenía vientos sostenidos de hasta 85 kilómetros por hora (53 millas por hora), golpeara el domingo por la noche la costa oriental. La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres desplegó equipos en el estado oriental de Odisha en el estado sureño de Andhra Pradesh, donde miles de personas fueron evacuadas.
El departamento de meteorología esperaba que la tormenta se debilitara más y siguiera desplazándose hacia el oeste.
El primer ministro, Narendra Modi, dijo que había hablado con los ministros jefes de ambos estados y les había proemtido apoyo. “Rezo por la seguridad y el bienestar de todos”, tuiteó.
Una fuerte tormenta azotó en mayo la costa occidental india y mató al menos a 140 personas. Apenas una semana después, otro ciclón se abatió contra la costa este del país y la vecina Bangladesh y dejó al menos seis muertos mientras las autoridades trataban de evacuar a más de un millón de personas.
Los ciclones destructivos no son nuevos en la costa este del país, pero los cambios en los patrones climáticos los han hecho más fuertes.