
“Estoy agradecida”, dijo el jueves a The Associated Press Johana Padrón, de 31 años y 35 semanas de gestación. Ella llegó junto a otra veintena de mujeres convocadas para la jornada a un policlínico capitalino. “Ha sido un gran logro. Antes no nos podíamos vacunar porque no sabíamos cuál era la reacción”.
En días recientes, el Ministerio de Salud indicó que serían vacunadas las mujeres cursando el segundo y tercer trimestre de embarazo y las lactantes mayores de 19 años.
Una a una las madres y gestantes fueron revisadas por un médico, se les tomó la temperatura y la presión y se les dio una charla informativa sobre COVID-19 y su salud. Tras vacunarlas se mantuvieron en observación para monitorear posibles reacciones.
Las embarazadas reciben Abdala, uno de los dos inmunizantes creados por Cuba en un esquema de tres dosis. La isla es la única nación latinoamericana que tiene antígenos propios y los científicos aseguran que su eficacia es superior al 90% contra el desarrollo de la enfermedad.
Cifras oficiales indicaron que entre marzo y diciembre de 2020 se contagiaron 110 embarazadas, mientras que de enero a mediados de julio de 2021 la cifra ascendió a dos mil. El presidente Miguel Díaz-Canel dijo que unas 22 gestantes habían fallecido por COVID-19.

En la víspera el presidente estadounidense Joe Biden anunció la oferta en respuesta a las medidas de Beijing para acrecentar su control y aplastar al activismo por la democracia.
Biden firmó un memorando que permite a la gente de Hong Kong que reside actualmente en Estados Unidos continuar viviendo y trabajando en el país durante 18 meses en respuesta directa a la nueva ley de seguridad nacional y otras medidas que recortan los derechos prometidos cuando la antigua colonia británica regresó a la soberanía china en 1997. Washington y Beijing están enfrentados sobre toda una gama de asuntos comerciales y de política exterior.
La cancillería dijo que la medida de Biden “calumnió e injurií la ley de seguridad nacional de Hong Kong, intervino descaradamente en asuntos de Hong Kong y asuntos internos de China y pisoteó el derecho internacional y las normas fundamentales de las relaciones internacionales”.
Estados Unidos “teje mentiras y calumnia las leyes de seguridad nacional de Hong Kong, embellece descaradamente el caos antichino en Hong Kong y ofrece presuntuosamente el supuesto ‘refugio seguroi’”, dijo el ministerio. “Es un intento vano de estigmatizar a Hong Kong, estigmatizar a China y no detenerse ante nada para socavar a Hong Kong mediante medidas despreciables”.
El pueblo de Hong Kong y China respondería a la “manipulación política desvergonzada” que está “condenada al fracaso”, dice la declaración, atribuida a un portavoz anónimo y publicada en el sitio web de la oficina.

Los nuevos casos elevaron el total en Tokio a 236.138. En todo el país, Japón reportó más de 14.000 casos el miércoles para un total de 970.000 infectados.
Tokio lleva desde mediados de julio bajo un estado de emergencia, que después se amplió a otras cuatro regiones y se extendió hasta el 31 de agosto. Pero las medidas, básicamente límites a la venta de alcohol y a los horarios de apertura en restaurantes y bares, se ven casa vez más ignorados por una población harta de restricciones.
El primer ministro, Yoshihide Suga, ha negado que los Juegos, que se celebran entre el 23 de julio y el 8 de agosto, hayan causado un auge en los contagios.
Alarmados por el ritmo de las infecciones, algunos expertos han pedido que se amplíe a todo el país el estado de emergencia que ya afecta a cinco regiones.
En lugar de eso, Suga anunció una versión más suave de medidas de emergencias para otras ocho prefecturas, incluidas Fukushima en el este y Kumamoto en el sur.
Los expertos del comité de gobierno metropolitano de Tokio advirtieron que la progresión de las infecciones impulsadas por la más contagiosa variante delta del virus se ha vuelto “explosiva” y podría superar los 10.000 casos diarios en dos semanas.

Los cancilleres y ministros de seguridad de ambos países se citaron para ese encuentro, informó en un comunicado el Ministerio de Relaciones de Panamá. El gobierno del país centroamericano también convocó para los próximos días a una reunión regional con el fin de abordar esa situación.
Por su parte, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) exhortó el miércoles a ambos países limítrofes a tomar medidas de protección y a establecer rutas seguras para esos inmigrantes, en su mayoría provenientes de Haití.
“MSF sigue siendo testigo del enorme flujo de migrantes que arriesgan su vida para cruzar” al Tapón del Darién y de las “graves consecuencias de la violencia a la que están expuestos”, señaló el grupo en un comunicado enviado a The Associated Press. Exhortó a que se desplieguen “los mecanismos de protección necesarios en su territorio para evitar más muertes y sufrimiento en la ruta a través del Darién”.
El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, dijo la semana pasada que en lo que va del año han cruzado el Darién unos 42.000 inmigrantes, entre haitianos, cubanos, venezolanos, así como de países de África y del sur de Asia. Esta cifra supera el flujo de más de 25.000 registrado en 2016.

El Ministerio de Salud de Israel emitió un comunicado el martes anunciando que las personas provenientes de esos 18 países —estén o no vacunados— deberán colocarse en cuarentena por 14 días a partir del 11 de agosto. Una vez que la persona dé negativo al virus tras siete días, puede salir de la cuarentena.
Los países son Estados Unidos, Alemania, Francia, Holanda, Italia, Islandia, Grecia, Ucrania, Iswatini, Botsuana, Bulgaria, Tanzania, Malaui, Egipto, la República Checa, Cuba, Ruanda y Túnez.
Se suman a otros 24 países sobre los cuales rige algún tipo de restricción de viaje debido a la pandemia, como el Reino Unido, Brasil, India, Rusia y Turquía.
Israel registró 3.834 casos nuevos del virus el martes, la máxima cifra en un mes donde la enfermedad ha estado aumentando. Los casos graves han aumentado de 19 a mediados de junio a por lo menos 221 a pesar de la exitosa campaña de vacunación israelí.
Más de 57% de los 9,3 millones de habitantes del país han recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer. Israel obtuvo una enorme cantidad de dosis de Pfizer a cambio de datos médicos.