
“Dije ‘basta, me voy a jugar el todo por el todo’”, expresó la mujer que pidió mantener su nombre y el de sus familiares en el anonimato por temor a represalias de las autoridades estadounidenses.
El caso de su familia es un ejemplo de lo que le sucede a decenas de miles de cubanos que buscan escapar de la persecución política y la crisis económica y deciden arriesgar sus vidas para llegar ilegalmente a Estados Unidos, una realidad completamente diferente a la de años atrás, cuando gozaban de protecciones especiales que otros inmigrantes no tenían.
Los niños y sus abuelos viajaron durante 20 días, a veces sin comer ni dormir. Empezaron en un avión desde La Habana a Managua y siguieron en decenas de autobuses, camionetas y taxis que atravesaron Honduras, Guatemala y México hasta llegar en febrero a la frontera estadounidense.
“Veía que las otras personas entraban por la frontera y estaban felices y yo, que había hecho las cosas legalmente, seguía esperando por mis hijos”, expresó a The Associated Press la mujer de 30 años.
PICO DE ARRIBOS
Las autoridades fronterizas estadounidenses han tenido unos 32.400 encuentros con cubanos en marzo, de acuerdo con estadísticas difundidas el lunes. Se tata del doble que en febrero y más del quíntuple que en octubre.
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En la grabación de una llamada telefónica con los líderes republicanos de la cámara baja el 10 de enero, publicada por el diario el jueves en la noche, se escucha a McCarthy hablar sobre el intento de los demócratas de quitar a Trump del cargo y decir que le diría al mandatario: “Creo que será aprobado y mi recomendación sería que él debería renunciar”.
No está claro si McCarthy, que optaría a presidir la Cámara si los republicanos logran su control en las elecciones de mitad de legislatura a finales de año, llevó a cabo su idea o si simplemente estaba compartiendo ideas en privado con sus colegas tras el letal incidente en el Capitolio.
En la misma conversación, McCarthy señaló que dudaba de que Trump siguiese su consejo de dimitir.
“Esa sería mi recomendación”, se oye decir a McCarthy en respuesta a una pregunta de Liz Cheney, diputada por Wyoming, quien se convertiría en una crítica acérrima del entonces presidente. “No creo que él la acepte, pero no lo sé”, añadió.
Después de que el Times publicase su historia inicial en la que describía la conversación, McCarthy dijo en un comunicado que era “totalmente falsa y errónea”. Su portavoz, Mark Bednar, le había dicho al periódico que “McCarthy nunca dijo que llamaría a Trump para decirle que debería renunciar”.
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El incendio activo a las afueras de Flagstaff, Arizona, continuó avanzando el miércoles a través de pastizales secos y pinos ponderosa desperdigados por los alrededores de viviendas hasta campos de roca volcánica, donde las raíces en el subsuelo pueden arder y hacer que pequeñas piedras salgan disparadas, según los bomberos. Los aviones y helicópteros antiincendios no pudieron despegar por segundo día debido a los fuertes vientos, y una importante carretera del norte del estado estuvo cerrada por el humo.
Se espera que el viento gane fuerza el jueves tras una breve remisión el miércoles. El viernes hay probabilidad de precipitaciones, pero para la próxima semana se prevén vientos aún más fuertes en un clima seco, dijo Brian Klimowski, del Servicio Meteorológico Nacional.
“Amigos, hemos iniciado nuestra temporada de incendios”, afirmó. “Este año va a ser larga”.
Los recursos son escasos en toda la región, donde hay múltiples fuegos activos. Cuatro de los 16 equipos de gestión de incendios de alto nivel del país están en Arizona y Nuevo México, algo inusual al inicio de la temporada, dijo Dick Fleishman, funcionario del departamento.
Cientos de personas han sido evacuadas en Arizona y Nuevo México por los incendios forestales.
En Nuevo México, la policía del condado de Mora amplió las órdenes de evacuación mientras el viento avivaba un fuego que ya arrasó 36 kilómetros cuadrados (14 millas cuadradas). El miércoles se registró un nuevo incendio en una zona boscosa a lo largo del río Bravo, al sur de Albuquerque.
En Colorado, nuevos focos provocaron evacuaciones en Monte Vista, una localidad con cerca de 4.150 habitantes en el sur del estado. Un número indeterminado de estructuras ardieron sin causar heridos, según las autoridades.
El número de hectáreas (acres) quemadas en Estados Unidos en lo que va de año supera en un 30% la media de los últimos 10 años, una cifra que aumentó desde el 20% de principios de mes mientras el peligro de incendios ha pasado del sur al suroeste del país. La combinación de temperaturas por encima de la media con lluvias inferiores al promedio y vientos primaverales incrementan el riesgo de fuegos catastróficos.

Un sondeo del Center for Public Affairs Research de The Associated Pess-NORC muestra que el 54% de los estadounidenses creen que Biden “no es lo bastante duro” en su respuesta a la invasión rusa de Ucrania. El 36% cree que su estrategia está más o menos bien, mientras que el 8% cree que ha sido demasiado duro.
Pero conforme se alarga la guerra, el deseo de los estadounidenses de involucrarse se ha reducido un poco. El 32% de los encuestados dice que Estados Unidos debe tener un papel mayor en el conflicto. La cifra ha bajado desde el 40% del mes pasado, aunque sigue siendo ligeramente más alta que el 26% de febrero. Otro 49% de los entrevistados dijo que Estados Unidos debe tener un papel menor.
Los resultados subrayan el dilema para la Casa Blanca. Conforme se difundían imágenes de ataques rusos contra civiles y hospitales, crecía la presión para detener al presidente de Rusia, Vladimir Putin, y ayudar a millones de ucranianos bajo ataques en su país o que huían para ponerse a salvo.
Pero Biden también debe gestionar la amenaza de una escalada con Putin, que ha subido el nivel de alerta para el uso de armas nucleares en Rusia, e impedir que Estados Unidos se vea inmerso en un conflicto mucho mayor.
“Dada la posible desesperación del presidente Putin y el gobierno ruso, dados los reveses militares que han sufrido por ahora, ninguno de nosotros puede tomarse a la ligera la amenaza que supone un posible recurso a las armas nucleares tácticas o armas nucleares de baja intensidad”, dijo el director de la CIA, William Burns, en un discurso reciente en el Instituto de Tecnología de Georgia.

Portsmouth Harbor es el único puerto de aguas profundas del estado, lo que lo convierte en una estación de paso crítica en combustible para calefacción de hogares, cables de fibra óptica y rocas de yeso utilizadas para producir tablarroca.
Gracias a la ley de infraestructura, 1,7 millones de dólares se usarán para dragar el canal de embarcaciones y la cuenca del puerto. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ya destinó 18,2 millones de dólares para facilitar el acceso al puerto a grandes embarcaciones, un proyecto cuya intención es reducir demoras que provocan que los precios aumenten para los consumidores.
En general, la ley incluye 17.000 billones de dólares para mejorar las instalaciones portuarias en un momento en que la pandemia del COVID-19 ha provocado caos en las cadenas de suministro internacionales.
El viaje de Biden es el segundo a Nueva Hampshire como presidente. El estado fue su primer destino después de aprobar la ley de infraestructura en noviembre y habló frente a un viejo puente cuyas reparaciones están atrasadas.
Con las elecciones intermedias dentro de unos meses, Biden está ansioso por convencer al electorado de que uno de los principales logros de su gobierno es lograr un progreso concreto tras años de promesas incumplidas de su predecesor Donald Trump, que nunca logró sacar adelante un acuerdo en el gasto de infraestructura.