
El vistoso estilo del seleccionado nacional dirigido por Roberto Mancini, entregado a la posesión de balón, ganó admiradores en todo el mundo en junio y julio. Pero no fue visto por ningún lado en la eliminación de la Juventus a manos del Villarreal en la Liga de Campeones.
La caída de la Vecchi Signora dejó a Italia no tendrá representantes en los cuartos de final por segundo año consecutivo. Atalanta salvó un poco el honor al meterse a cuartos en la Europa League.
“El fútbol italiano consiguió el milagro al ganar la Euro, porque el éxito se fundamentó con una innovadora e intrépida forma de jugar”, dijo el exseleccionador italiano Arrigo Sacchi a la Gazzetta dello Sport el jueves. “Pero los clubes, excepto algunos ‘equipos pequeños’ que entendieron el mensaje (como Atalanta y Sassuolo), aún piensan como la vieja guardia: ‘Primero no dejarse encajar un gol y luego vemos qué sucede’”.
Vale la pena notar que la Juventus tomó la iniciativa en la primera parte el miércoles y ensayó cuatro remates a puerta contra ninguno del Villarreal, incluyendo un tiro al travesaño de Dušan Vlahović.
Pero en la segunda mitad, el Villarreal se echó para atrás y defendió con el marcador global 1-1. La Juve comenzó a frustrarse y dejó espacio para los contragolpes.
Esto propició una ráfaga de tres del conjunto español en el último cuarto, para ganar 3-0 y sentenciar un 4-1 global.
Se trató de la tercera temporada consecutiva que la Juventus queda eliminada en casa en la ronda de octavos.
“No creo que haya una explicación”, reconoció el extremo de la Juve, el colombiano Juan Cuadrado. “Es fútbol”.

No está claro si por razones esotéricas o comerciales, Boca Juniors lucirá una casaca de ese único color ante su clásico rival River Plate el domingo en el estadio Monumental por la Copa de la Liga.
Pero abandonar la tradicional casaca azul y amarilla en un superclásico oficial habla más de las urgencias de Boca por terminar una era con más sinsabores que alegrías ante su eterno rival.
La última vez que los boquenses triunfaron en reducto millonario fue en 2017. Lo que siguió fueron derrotas dolorosas, como la final de la Copa Libertadores 2018. Si bien en el último tiempo Boca se anotó a favor dos eliminaciones en torneos locales, se debe todavía un triunfo resonante.
“Me encanta la amarilla, es muy linda”, expresó el entrenador Sebastián Battaglia, quien si no fuera por el triunfo ante Estudiantes el pasado domingo probablemente se jugaría la continuidad en el Monumental. El estratega eludió responder sobre las razones del cambio de casaca y sostuvo que “estamos a la par de River, Boca tiene que salir a buscar, hacer el mejor partido, hacer lo que hacemos siempre, no tenemos por qué cambiar”.
En River, el último campeón de Argentina, su multicampeón técnico Marcelo Gallardo espera que este partido complete la puesta a punto del equipo de cara al principal objetivo de la temporada: la Copa Libertadores que iniciará en abril la fase de grupos.
“Las sensaciones son siempre hermosas. Lo manejamos como siempre, no tengo motivos para hacer alguna mención en especial, ni más ni menos que eso. No hay que cambiar absolutamente nada. Lo que hablen afuera (los periodistas) es un problema de ustedes, no nuestro”, declaró un relajado Gallardo días atrás.
En Boca será baja el capitán y defensor Carlos Izquierdoz por una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo. Sería reemplazado por el peruano Carlos Zambrano. Y está en duda el artillero Darío Benedetto por una molestia muscular. La opción es el juvenil Luis Vázquez.

Doncic es el astro de Dallas, así que Dinwiddie considera adecuado que se reserve el derecho de decidir si él mismo buscará la oportunidad de dar a los Mavericks una victoria.
El miércoles, Doncic prefirió ceder la responsabilidad. Y estuvo en lo correcto, a juzgar por lo que hizo su compañero... otra vez.
Dinwiddie atinó un triple justo antes de que sonara la chicharra, en un duelo ante su equipo anterior, y los Mavericks superaron 113-111 a los Nets de Brooklyn.
Dinwiddie logró el enceste del triunfo con nueve segundos restantes en el duelo del domingo, una visita a Boston, y volvió a vestirse de héroe esta vez, luego que Kevin Durant había dado a los Nets una ventaja de un punto por medio de un triple con 10 segundos por disputar.
“Fue lo mismo que en Boston, así es”, comentó Doncic.
Los Mavs pidieron una pausa y Donkic movió el balón antes de que Dallas pudiera entregarlo a Dinwiddie, quien saltó y disparó desde el costado derecho, frente al banquillo de Brooklyn.
Luego, celebró corriendo hacia el otro extremo de la cancha.
Durante su festejo, agradeció a Nico Harrison, el gerente general de los Mavs, quien lo adquirió procedente de Washington el mes pasado, tras una relación tormentosa con los Wizards. Antes, Dinwiddie jugó en Brooklyn.
Tiene aún amigos en los Nets, de modo que dijo que este triunfo fue más una diversión que una venganza.
“Fue como enfrentar a tu primo, no a un enemigo”, explicó.
Es la primera vez que aporta tiros agónicos para dar victorias consecutivas a su equipo. DeMar DeRozan, astro actual de Chicago, es el otro jugador que ha conseguido dicha proeza en esta campaña, según informaron los Mavericks.
El esloveno Doncic finalizó con 37 puntos, nueve tableros y nueve asistencias por los Mavs, que lograron su octavo triunfo en nueve compromisos. Dinwiddie anotó 22 puntos, incluidos 15 en el cuarto periodo.

La épica remontada permitió que el conjunto mexicano avanzara a las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf al imponerse por 4-3 en la tanda.
Dinenno marcó el primer gol del partido a los 33 minutos y agregó otro a los 48, ambos a pases del brasileño Rogerio de Oliveira. El estadounidense Sebastián Saucedo agregó un tanto a los 59 para mandar el partido a los penales.
La derrota en la ida por 3-0 parecía condenar a los universitarios, pero el equipo dirigido por el argentino Andrés Lillini salió a buscar la remontada desde el inicio y desde los 11 pasos consiguió su pasaje a semifinales, donde enfrentará a Cruz Azul.
Los universitarios controlaron la posesión de la pelota desde el arranque y se adelantaron cuando Omar Islas mandó un centro por derecha hacia el área donde De Oliveira prologó para Dinenno, quien utilizó el muslo izquierdo para mandar la pelota a las redes.
Pumas se acercó en el global en el arranque del segundo tiempo cuando De Oliveira mandó un centro por la derecha hacia el área chica, donde Dinenno se anticipó a un marcador y convirtió con un tiro rasante al poste derecho del portero Earl Edwards.
Los universitarios ampliaron su ventaja y nivelaron la serie a los 59 cuando Saucedo recibió una pelota dentro del área y efectuó un potente disparo que entró por el centro del arco y le pasó entre las manos a Edwards.
El Revolution pudo resolver el partido a los 90 con un remate de Omar González que fue rechazado con apuros por Alfredo Talavera.

El conjunto holandés no logró poner fin a una racha de 26 años sin ganar en casa en la fase de eliminación directa en una competencia europea. Cayó 1-0 frente al Benfica y desperdició una gran campaña en la fase de grupos.
Darwin Núñez anotó un gol en los últimos compases y el cuadro portugués alcanzó los cuartos de final por primera vez en seis años. El uruguayo marcó con un cabezazo a los 77 minutos tras un tiro libre desde el costado derecho, lo cual ayudó a que el Benfica se colocara entre los mejores ocho equipos del certamen por quinta ocasión.
Los conjuntos habían empatado 2-2 en el duelo de ida en Lisboa.
El técnico del Ajax Erik ten Hag dijo que “esperaba un momento mágico” al final, pero éste nunca llegó.
“Nuestra posición de juego fue excelente”, aseguró. “Estuvimos muy bien con el balón. Le di un gran cumplido a mis jugadores. Quizá solo nos faltó en lo creativo, entonces es triste que por un momento de falta de atención quedemos eliminados”.
El Ajax fue uno de tres equipos que ganaron sus seis duelos en la fase de grupos, junto a Liverpool y Bayern. El equipo holandés alcanzó los octavos de final por segunda ocasión desde el 2006, aunque la última vez, hace tres temporadas, llegó hasta las semifinales.
En aquella ocasión no ganó ninguno de sus duelos en casa. Su último triunfo en casa fue ante el Borussia Dortmund en los cuartos de final en el 1996.