
Fernández dijo que los temas abordados con López Obrador en sus conversaciones privadas en el Palacio Nacional incluyeron mejorar lo que describió como una deteriorada relación comercial bilateral y la preocupación mutua sobre los levantamientos políticos en países como Chile y Ecuador. Añadió que tocaron vagamente el tema de la crisis política de Venezuela dado que las posturas de ambos son bien conocidas.
Fernández indicó que ambos comparten una visión similar del continente americano y el mundo, y esbozaron un punto de vista regional que da prioridad a la igualdad y al apoyo a las personas marginadas.
“Son alternativas a lo que ha imperado en los últimos años, por ejemplo en Argentina, y es la búsqueda de volver a encontrar un sistema político que devuelva la equidad perdida en América Latina, el equilibrio perdido en América Latina, la igualdad social perdida en América Latina”, afirmó Fernández en una conferencia de prensa tras la reunión.
Expresó tener la “satisfacción de encontrarme con alguien que piensa tan parecido a mí”.
Después de vencer al presidente conservador Mauricio Macri el 27 de octubre, normalmente algún socio sudamericano habría sido objeto de una primera visita de Fernández en lugar de la Ciudad de México, que se encuentra a 10 horas en avión de Buenos Aires y está mucho más vinculada con Estados Unidos a nivel comercial y en otras áreas.
Pero había pocas opciones adecuadas cerca de Argentina. Brasil y Colombia están gobernados por mandatarios conservadores con los que Fernández tiene poco en común ideológicamente, mientras que países con gobiernos izquierdistas como Venezuela y Bolivia padecen sus propias crisis políticas. El vecino Chile también está encabezado por un presidente conservador y se encuentra en medio de unas protestas que han dejado fallecidos y gran cantidad de lesionados, y los analistas dicen que haber visitado ese país habría sido considerado una validación del uso de la fuerza gubernamental contra los manifestantes.
Así, el presidente electo recurrió al hemisferio norte y a López Obrador, un político de centro-izquierda de mentalidad similar a la suya más conocido por sus iniciales AMLO, y que considera que la piedra angular de la política exterior de México es la no intervención en asuntos de otros países y la no confrontación desde que asumió el puesto en diciembre pasado.

El presidente del poderoso Comité Cívico de Santa Cruz convocó el lunes en la noche un mitin con miles de manifestantes opositores en las calles, llamó a radicalizar las protestas desde el martes para forzar la dimisión del mandatario y dijo que tiene lista la carta de renuncia de Morales.
El mandatario calificó la acción opositora como un intento de golpe de Estado.
Santa Cruz, en el oriente, es la ciudad más poblada, motor agroindustrial del país y bastión de la oposición a Morales. La región vive 14 días de paro tras las polémicas elecciones presidenciales del 20 de octubre que dieron la ventaja a Morales en primera vuelta.
Los opositores y un movimiento cívico-ciudadano rechazan ese resultado alegando que el mandatario hizo fraude para reelegirse a un cuarto mandato.
El Ministerio de Gobierno dijo que movilizó policías al aeropuerto para garantizar la integridad física del opositor y resguardar las instalaciones.
En tanto, opositores intentaban tomar oficinas públicas en Santa Cruz el martes siguiendo las instructivas de Camacho.
En La Paz y otras ciudades del país, las protestas opositoras continuaban con cortes de rutas en calles y avenidas y actividades comerciales y laborales a medidas debido al conflicto que ya se prolonga por tres semanas.

“Tiene 48 horas para que renuncie el tirano, sino el lunes vamos a tomar medidas para que se vaya. No estamos derrocando a un gobierno, estamos liberando una nación”, dijo Luis Fernando Camacho, líder del movimiento cívico ciudadano que encabeza las protestas en la región oriental de Santa Cruz, bastión opositor.
El anunció de Camacho fue respondido por un coro unánime de la multitud que gritaba: “¡Que se vaya, que se vaya!”
Cientos de miles de ciudadanos participaron de un nuevo cabildo en esa región, la más grande y poblada del país, que se declaró en paro desde once días.
Camacho se ha convertido en el líder de la protesta que cuenta con el respaldo de otras organizaciones cívicas en distintas ciudades del país, en las que también se han celebrado cabildos multitudinarios para exigir la renuncia de Morales después de que el pasado jueves dos manifestantes de oposición murieran en Santa Cruz.
Las manifestaciones tienen lugar en momento en que una comisión de expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó el viernes una auditoria electoral a solicitud del gobierno, en respuesta a las acusaciones de fraude.
En las elecciones del 20 de octubre, el cómputo del Tribunal Supremo Electoral otorgó la primera mayoría a Morales, permitiéndole acceder a un tercer mandato sin la necesidad de una segunda vuelta electoral. Pero ese recuento de votos ha sido cuestionado por los mismos observadores de la OEA, debido a supuestas irregularidades en la transmisión de conteos rápidos.

Una veintena de personas maquilladas de pies a cabeza y con máscaras de animales caminaban ágilmente detrás de la carroza, representando los nueve niveles del Mictlán, o el inframundo.
Cientos de personas se reunieron el sábado a lo largo del representativo Paseo de la Reforma de la capital mexicana para concluir las festividades del Día de Muertos con un desfile por toda la avenida hasta llegar a la plaza principal del centro histórico de la ciudad, en donde se instaló en días recientes un enorme altar dedicado a los difuntos.
Fue la culminación a más de dos semanas de actividades multitudinarias en la capital, desde la procesión de coloridas figuras conocidas como alebrijes, y un homenaje al recientemente fallecido intérprete José José, a las visitas privadas a tumbas familiares y la colocación de ofrendas en las cases en honor a los difuntos.
“Creo que es de las cosas buenas que debemos apreciar”, dijo el abogado Marco Antonio Cárdenas, de 58 años, habitante de la Ciudad de México y cuya familia pone su ofrenda cada año. “De tanta problemática que hay a nivel nacional e internacional, creo que este tipo de convivencias pacificas que aportan y que, de alguna forma, nos representan como pueblo en nuestra cultura, creo que está muy bien”.
Según la Secretaría de Cultura, el desfile incluyó más de 2.500 participantes de “proyectos artísticos”, carrozas alegóricas y grupos de danza. Los organizadores anticipaban una asistencia de cerca de 2 millones de personas.

Hasta ahora, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de seguridad han definido su estrategia enfocándose en lo que no es _según los expertos_ diciendo que México ya no está librando una guerra contra las drogas ni busca capturar ni matar a capos del narcotráfico, como hicieron gobiernos anteriores.
Sin embargo, esas palabras aparentemente se contradicen con la fallida misión del 17 de octubre para capturar a Ovidio Guzmán, un personaje del cártel de Sinaloa, en Culiacán, una ciudad que controla esa organización, la cual parecía ese día una zona de guerra.
Cuando le preguntan que defina su estrategia para frenar la elevada tasa de homicidios y a los cárteles del narcotráfico responsables de numerosas muertes, López Obrador responde con ideas filosóficas más que con estrategias, y a menudo menciona una variedad de programas sociales.
El mandatario dijo el jueves que su gobierno no será forzado a declarar una guerra al narcotráfico, y afirmó que su estrategia tiene un enfoque diferente.
“Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes”, declaro el presidente, quien atribuyó a la corrupción la inseguridad, la violencia y el narcotráfico en el país.
López Obrador pareció culpar a todos de los sucesos en Culiacán salvo a los narcotraficantes, e incluso arremetió contra la prensa, de la que dijo ha incurrido en el “amarillismo”.
“Esto es pacificar al país convenciendo, persuadiendo, sin violencia, ofreciendo bienestar, opciones alternativas, mejorar las condiciones de vida, las condiciones de trabajo, fortalecer valores”, apuntó