
La transmisión de los resultados marchaba con lentitud y apenas un 8% de las 8.451 actas de las mesas receptoras habían logrado llegar al centro de computo del Tribunal Supremo Electoral después de más de seis horas de transcurrido el cierre de la votación.
Más temprano, Bukele publicó un vídeo en Twitter con quema de pólvora de luces multicolores y escribió la palabra “Victoria”. Mientras tanto, la empresa encuestadora CID Gallup publicó un sondeo a boca de urna de la elección para la Asamblea Legislativa que le daba a Nuevas Ideas 53 de los 84 curules.
La autoridad electoral estimó que la participación en las urnas fue del 51,5%, superior a la de las dos anteriores contiendas. Unos 5,3 millones de salvadoreños estaban facultados para emitir el voto.
Los partidos políticos establecidos en El Salvador —la derechista Alianza Nacional Republicana (Arena) y el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)— buscaban mantener su control en el Congreso y otros puestos clave que han preservado desde el final de la guerra civil del país en 1992.
La ira contra los partidos que gobernaron El Salvador durante casi tres décadas llevó al joven Bukele al poder en 2019.
Aunque el nombre de Bukele no apareció en las boletas, la figura del líder de 39 años fue dominante en la campaña y todas las encuestas vaticinan que su partido Nuevas Ideas obtendría en las urnas el control del Congreso de 84 escaños y la mayoría de las alcaldías.
Bukele ha culpado al Congreso de bloquear sus esfuerzos en todo, desde el control del crimen hasta el manejo de la pandemia del nuevo coronavirus.
Luciendo una playera color cian con la N de Nayib, Estela Jiménez llegó bien temprano a un centro de votación en San Salvador con el fin de respaldar a candidatos del partido de Bukele. “Yo vengo a votar por un cambio, para sacar a los corruptos y que nuestro presidente haga un nuevo país”, manifestó la mujer.
Los opositores han advertido que la democracia en el país centroamericano está en peligro por lo que consideran una forma autoritaria de gobernar del popular mandatario salvadoreño.

En una videollamada con los funcionarios responsables de la campaña de vacunación, la reina, de 94 años, comparó el esfuerzo puesto en la iniciativa con la forma en que los británicos trabajaron juntos durante la Segunda Guerra Mundial. Isabel y su esposo, el príncipe Felipe, de 99 años, recibieron la primera dosis de la vacuna el mes pasado.
“Bueno, una vez que te pones la vacuna tienes la sensación de estar protegida, que creo que es muy importante”, dijo la reina en una grabación de la llamada emitida el viernes. “Y por lo que pude entender, fue bastante inofensiva, muy rápida. Y he recibido muchas cartas de gente que se sorprendió de lo fácil que fue vacunarse”.
La reina destacó además el hecho de que recibir la vacuna ayuda a proteger a todo el mundo, no solo a quien la recibe.
“Obviamente, esto es dificil para las personas si nunca antes se han vacunado, porque deberían pensar en otras personas en lugar de en sí mismas”, apuntó.

“Este es un proceso que da una luz de esperanza para nuestros adultos mayores de poder regresar a la normalidad y ver a sus familias. Ellas (las pacientes) estaban muy pendientes y motivadas por la aplicación de la vacuna”, indicó a The Associated Press Gerley Amaya Culma, director del Centro Femenino Especial José Joaquín Vargas ubicado en Sibaté, a 36 kilómetros de Bogotá.
“Durante el primer pico tuvimos varios casos y en total nueve personas han fallecido de COVID”, añadió.
Durante la jornada fueron vacunadas 65 pacientes, entre ellas Concepción Rodríguez, de 102 años y la más longeva del lugar. Los pacientes estuvieron en observación médica tras la vacunación sin reportar reacciones adversas inmediatas.
“Las personas que menos reacción generan a los biológicos son las personas mayores, su respuesta inmunitaria es diferente a la de las personas que tienen menor edad”, dijo a la prensa el secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez.

El gobierno del presidente Jair Bolsonaro dijo que las primeras 8 millones de dosis de la vacuna Covaxin, que serán producidas por la compañía brasileña Precisa Medicamentos, llegarán en marzo. Se tiene previsto que un segundo lote de 8 millones de dosis llegue en abril y que en mayo otras 4 millones estén disponibles.
Hasta ahora, Brasil ha inoculado a menos del 4% de su población de 210 millones de personas. La semana pasada, algunas ciudades suspendieron las campañas de vacunación debido a falta de suministros.
Ni Precisa ni Bharat confirmaron el acuerdo o las fechas de entrega.

González es uno de los miles de ancianos vacunados el miércoles en la capital argentina como parte del plan nacional de inmunización que se desarrolla lentamente y que se vio sacudido por la revelación de un esquema discrecional de vacunación para funcionarios y allegados al poder.
“No es que me extrañó, es una confirmación de lo que pasa siempre con los privilegios de los políticos en Argentina, aunque en este caso se pasó una raya... esto produce muertes directas”, dijo a The Associated Press Marcelo González, de 57 años, en el centro de exposiciones La Rural donde su padre fue vacunado.
Miles de capitalinos de 80 años o más comenzaron a ser inmunizados esta semana con las vacunas elaboradas por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford. El lunes recibieron la primera dosis 4.656 ancianos que tenían turno en 29 centros públicos.
Días atrás, y con la ayuda de un familiar, Marcelo González intentó durante varias horas conseguir un turno para su padre en el sistema habilitado por la alcaldía. “Yo trataba con la página web y mi hijo con el teléfono” marcando a un número de línea, explicó.