
McCarthy emitió un comunicado en el que señaló que se rehusará a cooperar. Dijo que la investigación no es legítima y acusó a la comisión de “abuso de poder”.
El representante Bennie Thompson, el demócrata que preside el panel, solicitó que el republicano McCarthy presente información a la comisión sobre sus conversaciones con Trump “antes, durante y después” de los disturbios. La solicitud también busca información sobre las comunicaciones de McCarthy con el ex jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, en los días previos al ataque.
“También debemos conocer cómo se conjuntaron los planes del presidente para el 6 de enero, y todas las distintas maneras en que intentó alterar los resultados de la elección”, dijo Thompson en una misiva. “Por ejemplo, antes del 6 de enero, según reportes, usted le explicó a Mark Meadows y al expresidente que sus objeciones a la certificación de los votos electorales el 6 de enero estaban ‘destinadas al fracaso’”.
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La OPS añadió que aunque los sistemas sanitarios enfrentan desafíos con un aumento de las hospitalizaciones, la vacunación ha ayudado a que las muertes por coronavirus no hayan aumentado al mismo ritmo que los contagios.
“Si bien delta aún está causando nuevas infecciones en las Américas, según nuestras tendencias actuales, ómicron está en camino a convertirse en la variante dominante de nuestra región”, expresó en conferencia de prensa virtual la directora de la OPS, Carissa Etienne.
A la fecha la cifra mundial de enfermos llegó a 300 millones desde que empezó la pandemia en marzo de 2020, poco más de un tercio de ellos en las Américas. La región ha registrado casi la mutad de los 5,4 millones de muertos de todo el mundo.
En las Américas, las infecciones casi se duplicaron en la última semana: de 3,4 millones el 1 de enero a 6,1 millones el 8 de enero, de acuerdo con la OPS. En comparación con el mismo período del año anterior, cuando se registraron 2,4 millones de casos, el aumento fue del 250%.

Desde que recibió el órgano del animal, David Bennett había estado conectado a una máquina de derivación cardiopulmonar para ayudar a su nuevo corazón.
El martes se desconectó de la máquina, según Deborah Kotz, una portavoz de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
“Todavía está en día a día y lo estará durante las próximas semanas”, dijo Kotz en un correo electrónico.
Bennett, de 57 años, recibió el trasplante altamente experimental el pasado viernes en el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Los médicos le trasplantaron el corazón de un cerdo que fue modificado genéticamente, como último recurso para salvar su vida.
Por su condición —insuficiencia cardíaca y arritmia_, Bennett no era elegible para un trasplante de corazón humano o para una bomba cardíaca, dijeron los médicos.
Debido a la escasez de órganos humanos donados para trasplantes, los científicos han intentado dilucidar cómo utilizar órganos animales como alternativa. El corazón procedía de un cerdo que había sido modificado genéticamente para que sus órganos tuvieran menos probabilidades de ser rechazados por el cuerpo humano.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, que supervisa este tipo de cirugías experimentales, autorizó la intervención quirúrgica por “uso compasivo”, disponible cuando un paciente con una enfermedad que pone en peligro su vida no tiene otras opciones.
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La Casa Blanca anunció el miércoles que se destinarán 5 millones de tests rápidos y 5 millones de pruebas PCR de laboratorio para las escuelas a partir de este mes para compensar su escasez y promover la reapertura segura de los centros educativos. Esto se suma a los más de 10.000 millones de dólares dedicados a tests en escuelas, autorizados en el paquete de medidas de alivio por el COVID-19, y los alrededor de 130.000 millones comprometidos en esa misma ley para mantener a los niños en la escuela.
La nueva iniciativa coincide con las crecientes críticas a la Casa Blanca por las largas filas y la escasa disponibilidad de los test, y luego de que el tercer distrito escolar público del país, en Chicago, canceló las clases durante varios días por el enfrentamiento entre profesores y autoridades por las políticas de reapertura. Esta medida fue un revés para Biden, quien hizo de la reanudación de las clases presenciales — y de su mantenimiento — una prioridad.
“Hemos sido muy claros, en público y en privado, en que queremos ver las escuelas abiertas”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, el lunes, citando la enorme cantidad de fondos para educación como una evidencia de que el gobierno se aseguró de que “estábamos preparados y teníamos los recursos necesarios para hacer frente a lo que quiera que pueda surgir sea en pandemia”.

Ambas partes estaban estancadas en las negociaciones que resultaron en la cancelación de clases durante cuatro días en el tercer distrito escolar más grande del país. El acuerdo —con el que los estudiantes volverían a las aulas el miércoles, un día después que los maestros— aún requiere de la aprobación de los 25.000 integrantes del sindicato.
Ninguna de las partes reveló por el momento los detalles del pacto.
Entre los puntos a negociar estaban los parámetros para ordenar el cierre de escuelas ante los brotes de COVID-19, así como una expansión a la realización de pruebas diagnósticas.
El sindicato votó la semana pasada por retomar la enseñanza a distancia y pidió a los maestros que no se presentaran a clases presenciales en sus escuelas mientras continuaban las negociaciones. Funcionarios del distrito arguyeron que las escuelas son seguras, que retomar la enseñanza remota no era una buena opción, e impidieron que los maestros accedieran a los sistemas de clases en línea. Las familias pasaron problemas para ajustarse apenas dos días después de que los estudiantes habían regresado de las vacaciones de invierno.