
Pero quizás lo mejor de “Hotel Transylvania: Transformania” es que llega a su fin. Aparentemente, el pozo de ideas para esta propiedad se ha secado y han tomado la sabia decisión de decir adiós. Sin embargo, no han logrado cerrar con broche de oro.
Lo que comenzó como una historia bastante inteligente sobre una relación de padre e hija, los monstruos y la industria hotelera, ha estado en control de crucero desde sus primeros días y se ha ido quedando sin combustible. Es difícil deshacerse de la sensación de que todos actuaron por obligación esta última oportunidad. En realidad, ni siquiera “todos”: Adam Sandler, el principal astro de las tres entregas anteriores como el Conde “Drac” Drácula, logró retirarse temprano. Kevin James también lo hizo.

Si bien el regreso del astro country a la luz pública parecía inevitable, un tuit del Opry sobre Wallen sorprendiendo a los fans en su programa televisado de los sábados generó fuertes críticas a la institución mayoritariamente blanca y su historial como guardiana.
Artistas que incluyen a Yola, Allison Russell, Rissi Palmer, Noelle Scaggs de Fitz and the Tantrums, Joy Oladokun, Chely Wright y los ganadores del Grammy Brandi Carlile y Jason Isbell, sopesaron cómo la decisión del Opry podría tener consecuencias preocupantes para los artistas de color en la música country.
“La inconsciente gira de redención de Morgan Wallen es el clavo en el ataúd en mi comprensión de que estos sistemas y esta ciudad no son realmente para nosotros”, escribió Oladokun el domingo.
Wallen fue captado en cámara el año pasado usando un insulto racial y, aunque algunas organizaciones lo vetaron temporalmente, ha vuelto a la radio y sigue siendo el artista más popular de 2021 en todos los géneros en Estados Unidos. Reanudó las giras por estadios el año pasado y ha lanzado música nueva, incluyendo colaboraciones con el rapero Lil Durk, que es negro, y el artista country ERNEST. Wallen hizo una aparición sin previo aviso en el Opry, que ha estado transmitiendo shows durante casi 100 años, para cantar con ERNEST.
Esta vez la crítica se centró más en la señal silenciosa del Opry que en el propio Wallen.

Habla cuatro idiomas, hace queso y cerámica, y es buena para la magia. Por otro lado, puede ser distante y absolutamente bestial. Oh, eso nos recuerda: tiene un gran secreto personal.
“Soy una persona complicada”, le dice a su posible pareja en la pantalla, un hombre interpretado por Josh Gad, en el primer episodio. “Tengo una vida realmente complicada”.
El personaje de Gad lo entiende perfectamente: también es un desastre emocional desde la muerte de su esposa, y está tratando infructuosamente de conectarse con su hija preadolescente.
Así comienza la nueva y ambiciosa serie de seis episodios que se estrena el jueves en Peacock y que mezcla comedia bufonesca, drama adulto y trauma desgarrador. Es la historia de dos personas con cicatrices que aprenden a ser vulnerables de nuevo.
“El amor da miedo”, dice Gad. “Creo que lo mires como lo mires, todos tenemos secretos. Todos tenemos bagaje. Y uno no sabe lo que obtiene hasta que está metido en él. Luego, una vez que estás adentro, es demasiado tarde”.
“Wolf Like Me” fue creada, escrita y dirigida por Abe Forsythe, quien anteriormente escribió y dirigió la película de comedia, terror y ciencia ficción “Little Monsters”, protagonizada por Lupita Nyong’o y Gad. Al igual que esa película, “Wolf Like Me” mezcla géneros — esta vez comedia romántica y terror — para ir al absurdo y volver con algo dulce y dramático.

Pero Grecia espera que el fragmento de mármol de 2.500 años que llegó el lunes en préstamo de un museo italiano ayude a resolver una de las más fuertes disputas por patrimonio cultural y lleve a la reunificación en Atenas de todas las esculturas del Partenón que sobreviven, muchas de las cuales están en el Museo Británico.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, dijo que el gesto del museo siciliano “abre la puerta, creo, para que otros museos puedan avanzar en una dirección similar”.
“Lo más importante, claro, es que el Museo Británico se debe dar cuenta de que ya es tiempo de que los mármoles del Partenón finalmente regresen aquí a su hogar natural”, agregó al señalar su gratitud a Italia por el préstamo.
El fragmento era parte de un fresco de 160 metros (520 pies) de largo que se extendía por las paredes exteriores del templo del Partenón en la Acrópolis, dedicado a Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra. Gran parte del fresco se perdió en un bombardeo del siglo XVII y casi la mitad de las obras fueron removidas a principios del siglo XIX por el diplomático británico Lord Elgin. Terminaron en el Museo Británico, que ha negado en múltiples ocasiones los llamados de Grecia para su devolución.
Oficialmente, el Museo Arqueológico A. Salinas de Sicilia prestará el pie de Artemisa, diosa de la caza, a Grecia por un máximo de ocho años, pero la meta final, dicen las autoridades italianas y griegas, es su regreso “indefinido” a Atenas. A cambio, Grecia prestará importantes antigüedades a Italia.

La policía dijo que el caso de desaparición se cerró después de que se encontrara un cuerpo en la ciudad costera oriental de Bray, a unos 20 kilómetros (12 millas) al sur de Dublín.
O’Connor publicó en Twitter que su hijo, “la misma luz de mi vida, decidió terminar su lucha terrenal hoy y ahora está con Dios. Que descanse en paz y que nadie siga su ejemplo. Mi bebé, te quiero mucho. Descansa por favor”.
Anteriormente, la cantante de 55 años había acudido a las redes sociales para pedirle a su hijo que no se lastimara. Precisó que había sido hospitalizado después de dos intentos de suicidio.
Shane era uno de los cuatro hijos de O’Connor. Su padre era el músico irlandés Donal Lunny.
O’Connor se hizo famosa por su deslumbrante versión de 1990 de la canción de Prince “Nothing Compares 2 U”. Ella surgió de una familia abusiva en Irlanda y ha sido abierta sobre su propia lucha con una enfermedad mental.