La migraCIUDAD HIDALGO, México (AP) — El primer lugar donde duermen muchos de los migrantes que entran a México cruzando el río Suchiate desde Guatemala es un gran cuarto enrejado en una finca. Lo llaman “el gallinero” o “la gallera” y ahí permanecen secuestrados hasta que pagan el derecho de paso a un cártel.
Cuando lo hacen, son marcados en el brazo con un sello que les permitirá adentrarse en México.
La llegada de migrantes a la frontera de Estados Unidos se ha reducido a niveles no registrados desde agosto de 2020 —en plena pandemia—, pero en vísperas de unas elecciones donde la inmigración es uno de los grandes temas de campaña, los extranjeros siguen entrando en México.
La administración de Joe Biden asegura que esas cifras son fruto de la expansión de vías legales para migrar y de los esfuerzos de su contraparte mexicana por contener el flujo de extranjeros, pero quien controla la frontera sur mexicana no es el puñado de agentes federales o Guardias Nacionales apostados en el río, sino los cárteles.
Muchos migrantes pagan al menos 100 dólares por cabeza para librarse del secuestro con el que se encuentran nada más pisar territorio mexicano. De enero a agosto de este año, los extranjeros interceptados por el Instituto Nacional de Migración (INM) en esta zona superaron los 150.000. Y eso solo es la parte visible de las llegadas.
Seis familias de distintas nacionalidades que pasaron por este tipo de secuestros contaron a The Associated Press cómo opera la delincuencia en estas tierras. Un funcionario federal confirmó el ‘modus operandi’. Todos pidieron el anonimato por miedo a represalias.
Los agentes de inmigración mexicanos interceptaron de enero a agosto a 925.000 migrantes en situación irregular, una cifra muy superior al total anual del año pasado y el triple del registrado en 2021. Sin embargo, sólo han deportado a 16.500, una fracción de años previos.
“Son ellos los que dicen quién pasa y quién no pasa”, asegura sobre la influencia de los cárteles el padre Heyman Vázquez, párroco en Ciudad Hidalgo, la localidad junto al río. “Son cantidades grandes de migrantes que se llevan todos los días y lo hacen a la vista de todas las autoridades”.
Derecho de paso hacia el norte
La mañana del lunes, un grupo de siete hondureños, entre ellos Luis Alonso Valle, de 43 años, con su esposa y dos hijos menores, se bajan de una balsa hecha con llantas de camión y maderas en la que cruzaron el río Suchiate y se adentran en Ciudad Hidalgo.
No han avanzado más de 50 metros y tres hombres en moto se acercan a decirles que no pueden seguir caminando. Al ver las cámaras de AP se alejan. Los hondureños se miran con miedo. Al llegar al parque central varias personas les abordan. “¿Ya tienen guía?”, les pregunta un hombre. “Chips (telefónicos) activados con saldo”, les ofrece otro.
Los nervios crecen. Valle explica que quieren agarrar una camioneta hasta Tapachula, 37 kilómetros al norte, la considerada capital de la frontera sur mexicana. Les señalan una estacionada a unos metros, frente a un agente de policía municipal. Mientras se acomodan dentro, el chofer pide a AP dejar de grabar. “Me va a parar la maña (el crimen organizado) ahí fuera”, susurra nervioso.
Así o de forma muy similar, engañados por taxistas o conductores de camionetas, los migrantes son llevados a una finca donde duermen encerrados y en el suelo, vigilados por individuos armados.
“Había más de 500 personas, algunas tenían 10, 15 días ahí”, cuenta una mujer venezolana que fue liberada el domingo con su esposo y sus hijos de 12 y 8 años. “El que no tiene dinero se queda y el que decide pagar, sale”.
A un panadero ecuatoriano de 28 años, que viaja con su esposa, hija y otros cuatro familiares, incluso le acompañaron al banco mientras su familia se quedaba en garantía.
Una vez hecho el depósito son trasladados a otra casa, les hacen una foto y les ponen un sello. Al panadero, que entró a México en agosto, le pusieron la letra “J”. A la familia venezolana, algo parecido a una gallina con una especie de fruta al lado.
En la ruta a Tapachula, las camionetas de pasajeros son detenidas por los narcos. Los migrantes que no llevan sello vuelven a la casilla de salida. Al llegar a la ciudad, una nueva fotografía del extranjero hecha por el chofer acredita que su ‘mercancía’ ha sido entregada.
Las familias entrevistadas dijeron no haber sufrido daños físicos pero tenían miedo después de ser liberados.
Al menos a una tercera parte de los centenares de personas que acompañó el centro de derechos humanos Fray Matías de Córdova en 2024 llevaban sellos en el brazo. “Cuando no pueden pagar con dinero, pagan el cuerpo, sobre todo mujeres, adolescentes y hombres homosexuales”, explicó su director, Enrique Vidal Olascoaga.
AP no pudo ver ninguna de las marcas. Las familias afirman que les pidieron que las borraran al llegar para evitar problemas con otras bandas.
Los más de cien migrantes liberados en septiembre por las fuerzas federales en Ciudad Hidalgo y el grupo de decenas que fue disparado por el Ejército el primer día de gobierno de la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre, 100 kilómetros al norte y donde murieron seis migrantes, habían sido sometidos a la misma modalidad de secuestros y extorsión, indicó el funcionario conocedor de las declaraciones de los extranjeros.
Frontera México-Guatemala, nueva tierra de cárteles
La violencia —asesinatos, desapariciones, intimidaciones, desplazamiento de civiles— no ha dejado de crecer en Chiapas desde hace dos años cuando el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación convirtieron ese estado en un escenario más de su guerra para controlar todos los tráficos ilegales en México. El de migrantes, dicen los expertos, es el más lucrativo.
Las organizaciones civiles se sienten cada vez más intimidadas. Este mes fue asesinado un respetado sacerdote y defensor de derechos humanos que denunció la impunidad con la que operaba la delincuencia.
En ocasiones impiden hasta que los migrantes puedan recibir ayuda humanitaria. “Esto nunca había pasado”, denuncia Vidal Olascoaga.
La administración de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) minimizó el problema. La nueva presidenta dice estar atendiendo la situación junto al gobierno de Chiapas pero mantiene la mismas políticas de su mentor de no enfrentar a los cárteles y trasladar a los migrantes del norte hacia el sur para desgastarlos, mantenerlos lejos de la frontera estadounidense y agotar sus recursos. Otras veces solo les traslada a diferentes ciudades donde, según las ONG, son abandonados y expuestos a más secuestros y extorsiones.
El ayuntamiento de Ciudad Hidalgo asegura que los cuida. “Nunca hemos tenido una situación que representa una violencia en contra de nuestros hermanos migrantes, nunca, aquí en nuestro municipio, no”, afirmó a AP Elmer Vázquez, su alcalde. Al ser preguntado por la casa de seguridad detectada por el ejército en septiembre dijo no saber de qué se trataba.
El padre Heyman Vázquez —sin parentesco con el alcalde— que lleva dos décadas defendiendo migrantes, asegura no haber visto un momento peor.
“Es una violencia terrible”, denunció. “El Ministerio Público no va a hacer nada; lo denuncias con la Guardia Nacional, no va a hacer nada; la Fiscalía de Delitos contra Migrantes no hace nada. Están coludidos con la delincuencia organizada y claro, ellos aparentan que están trabajando”.
Carrera contrarreloj
En agosto, el gobierno estadounidense amplió el acceso a CBP One, un portal oficial para programar citas en línea y solicitar asilo en Estados Unidos desde el sur de México, algo que las autoridades mexicanas habían solicitado desde hacía tiempo para evitar que los migrantes tuvieran que trasladarse a la capital o al norte del país para conseguir su turno.
Eso les permite esperar lejos de la frontera y luego, en teoría, viajar más seguros justo antes de su fecha. Pero muchos denuncian que, pese a tener los documentos, a veces no les venden los boletos para viajar o incluso son secuestrados en el camino, perdiendo los turnos.
A finales de agosto México anunció la apertura de corredores de “movilidad segura”. Pero del 9 de septiembre al 11 de octubre, Migración trasladó desde Tapachula sólo a 846 migrantes, una cifra ínfima si se tiene en cuenta que las autoridades estadounidenses permitieron el paso de 44.600 migrantes con ese tipo de citas solo en el mes de septiembre.
Donald Trump ha prometido eliminar la aplicación CBP One, cerrar otras vías legales para entrar en Estados Unidos y ha hablado de deportaciones masivas, lo que genera ansiedad en muchos de los que todavía siguen en México. Algunos ya hablan de formar una caravana para salir el mismo día de los comicios estadounidenses.
El martes, los más afortunados que ya tenían cita hacían cola por la mañana en Tapachula para conseguir el permiso de tránsito de Migración y viajar al norte.
Jeyson Uqueli, un hondureño de 28 años, era uno de ellos. Había dormido ahí para ser el primero en la fila.
Planea reunirse con su hermana que vive en Nueva Orleans pero para ello tiene que llegar a Matamoros, vecina de Brownsville (Texas), antes del 6 de noviembre, la fecha de su cita. Quiere intentar volar a la ciudad norteña de Monterrey y luego tomar un autobús a Matamoros. Tenía emociones encontradas.
Estaba nervioso porque tenía que conseguir el dinero del pasaje a tiempo, pero aliviado por haber conseguido su turno antes de las elecciones “porque Donald Trump va a llegar y se va a deshacer de las citas”.
Los periodistas de AP Édgar H. Clemente, desde Tapachula (México), y Matías Delacroix, desde Tecún Umán (Guatemala), contribuyeron con esta nota.
By  MARÍA VERZA
(AP Foto/Matias Delacroix)
cercan SalvadorSAN SALVADOR (AP) — Más de 2.000 soldados y 500 policías rodearon el lunes un populoso barrio en las afueras de la capital de El Salvador en un esfuerzo por acabar con los restos de pandillas que, según el presidente, estaban tratando de establecerse en la zona.
“Hay un grupo de pandilleros escondidos. Hemos establecido un cerco de seguridad en todo el barrio… para sacar hasta el último pandillero de la zona”, escribió el presidente salvadoreño Nayib Bukele en una publicación en X.
La Policía rodeó con un cerco militar el barrio San Marcos y estableció retenes para evitar la fuga de pandilleros, informó el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy.
La valla es la tercera de su tipo que se instala en algunas partes de San Salvador con el objetivo de encontrar y detener a los pandilleros que aún operan en el país. En marzo, Bukele ordenó que se levantaran barricadas similares en una zona del norte del país, con el objetivo, según dijo, de desmantelar una facción de la pandilla Barrio 18.
El bloqueo es el último en la guerra del líder populista contra las pandillas, anunciado por Bukele luego de un aumento de la violencia en marzo de 2022. El gobierno de Bukele pidió un "estado de emergencia" y renunció a los derechos constitucionales para arrestar a más del 1% de la población de El Salvador con pocas pruebas.
La represión ha suscitado duras críticas de los grupos de derechos humanos, que han alertado sobre las condiciones de las prisiones y han dicho que muchos de los detenidos eran inocentes o tenían vínculos vagos con las bandas. Otras medidas que ha adoptado, como buscar la reelección a pesar de la prohibición constitucional de que los presidentes cumplan dos mandatos consecutivos, han hecho sonar otras alarmas democráticas.
Pero la guerra contra las pandillas también asestó un fuerte golpe a las pandillas Barrio 18 y MS-13 que durante mucho tiempo han sembrado el terror en gran parte del país, extorsionando, asesinando a quienes no pagan y traficando drogas.
Las medidas resultaron en una marcada caída de los homicidios y estimularon un fervor populista por Bukele.
A pesar de haber declarado efectivamente la victoria en su guerra, el presidente ha seguido extendiendo el “estado de emergencia” durante más de dos años, afirmando que tales medidas son necesarias para eliminar los restos de las pandillas de El Salvador.
Siga la cobertura de AP sobre América Latina y el Caribe en https://apnews.com/hub/latin-america
Por  MARCOS ALEMÁN
(Foto AP/Salvador Meléndez)
ExEvoMoralesLA PAZ, Bolivia (AP) — El expresidente boliviano Evo Morales afirmó el domingo que sobrevivió a un intento de asesinato luego de que hombres no identificados abrieron fuego contra su automóvil. Morales no resultó herido en el supuesto ataque que rápidamente se convirtió en el último punto de conflicto en una lucha de poder entre el exlíder y su protegido convertido en rival, el actual presidente Luis Arce .
Morales, de 65 años, culpó al gobierno del presidente Arce por el estallido de violencia, diciendo que era parte de una campaña coordinada por las autoridades bolivianas para marginarlo de la política. El incidente coincide con una amarga división en los niveles más altos del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS). Morales y Arce, su ex ministro de Economía, están luchando para liderar el partido en las elecciones del próximo año.
“Este no es un hecho aislado”, afirmó en un comunicado el bloque afín a Morales en el dividido partido MAS. “Es una clara evidencia de que estamos ante un gobierno fascista que no duda en atentar contra la vida del expresidente Evo Morales”.
El comunicado señala que dos vehículos con hombres fuertemente armados vestidos de negro emboscaron el convoy de Morales. Las balas pasaron a “centímetros” de la cabeza del expresidente, agrega. Un video publicado en el sitio web de la estación de radio de Morales muestra helicópteros sobrevolando una pista de aterrizaje donde ocurrió el incidente.
El presidente Arce condenó el ataque y solicitó una investigación.
“El ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenado y esclarecido”, escribió Arce en la red social X. “Los problemas no se resuelven intentando matar gente ni con especulaciones partidistas”.
El viceministro de Seguridad, Roberto Ríos, insistió en que la policía no había actuado contra el expresidente. Dijo que las autoridades estaban investigando una teoría de que Morales había organizado “un posible autoataque”, citando acusaciones que circulan dentro del gobierno de que Morales había dirigido el ataque contra sí mismo para ayudar a su propia fortuna política.
“Morales está buscando la confrontación y la violencia en las calles por intereses políticos y para lograr impunidad”, dijo Ríos a los periodistas.
La oleada de acusaciones directas amenazó con encender el polvorín político de Bolivia y hundir aún más en la agitación a la nación andina de 12 millones de habitantes, con problemas económicos .
Morales afirmó que los disparos se produjeron mientras conducía por la región de Chapare, donde se cultivan hojas de coca y donde reside, y cuyos habitantes han bloqueado la principal carretera que une el este y el oeste del país durante las últimas dos semanas en una muestra de desafío y solidaridad tras la aparición de nuevas amenazas legales contra Morales. El mes pasado, los fiscales locales citaron a Morales a testificar en un caso de abuso infantil que se reavivó y que el expresidente desestimó por considerar que tenía motivaciones políticas.
Los bloqueos de carreteras y las manifestaciones de los últimos días han paralizado las principales ciudades e interrumpido las líneas de suministro, lo que aumenta los temores de escasez de alimentos y gasolina.
Bajo presión para despejar las carreteras, el gobierno de Arce desplegó el viernes miles de agentes de seguridad en un intento fallido de romper los bloqueos por la fuerza.
Las autoridades dijeron que los manifestantes expulsaron a la policía lanzando explosivos en enfrentamientos que dejaron 14 agentes heridos y 40 manifestantes fueron arrestados. Morales dijo que miembros de un grupo paramilitar de extrema derecha sacaron a su abogado, Nelson Cox, de su jeep y lo golpearon.
Los acontecimientos reavivaron los temores de un retorno a la violencia política de 2019, cuando 36 personas murieron en los violentos disturbios que asolaron al país después de que acusaciones de fraude electoral desencadenaran un levantamiento que terminó cuando Morales renunció y huyó.
En los años transcurridos desde entonces, el ícono de izquierda, que se desempeñó como el primer presidente indígena de Bolivia entre 2006 y 2019, ha logrado un regreso sorprendente , atrayendo a miles de personas a sus manifestaciones en todo el país.
A medida que la popularidad de Morales ha crecido, también lo ha hecho la reacción negativa del gobierno. Arce dijo el sábado que Morales representa “una amenaza grave no sólo para Bolivia, sino para la estabilidad y la seguridad en nuestra región”.
El hecho de que la rivalidad política entre los antiguos aliados haya podido transformarse tan rápidamente en caos en las calles es una medida de lo frágil que sigue siendo la democracia boliviana años después del derrocamiento de Morales, denunciado por sus partidarios como un golpe de Estado .
El domingo, Morales acudió a su programa radial semanal para relatar el ataque a su convoy, en el que se mostró ileso y tranquilo. Le dijo al locutor de radio que cuando salía de su casa, hombres encapuchados dispararon al menos 14 tiros contra su automóvil, hiriendo a su chofer.
“Arce va a pasar a la historia como el peor presidente de la historia”, dijo Morales, describiendo el ataque como parte de una conspiración del gobierno de Arce para sacarlo de la política. “Dispararle a un expresidente es la gota que colma el vaso”.
Mientras se difundían en internet imágenes tomadas con un teléfono móvil que mostraban al conductor de Morales sangrando por la nuca, sus partidarios convocaron a manifestaciones multitudinarias para mostrar su enojo. En el video, tomado desde el interior del coche, se puede ver a Morales en el asiento del pasajero sosteniendo un teléfono en su oído mientras el vehículo se desvía y se escucha una voz de mujer que grita: "¡Agáchate!".
En las imágenes se ve el parabrisas delantero del vehículo agrietado por al menos tres balazos y el parabrisas trasero destrozado. Se puede escuchar a Morales decir en su teléfono: “Papacho recibió un disparo en la cabeza”, refiriéndose a su conductor.
Incluso antes de que se produjeran los disparos, la atmósfera política del país estaba plagada de ataques personales y, a veces, de violencia.
En junio hubo un intento de golpe de Estado por parte de un general rebelde que luego acusó a Arce de orquestar el levantamiento para impulsar su propia popularidad, que estaba menguando. Arce niega estar detrás del golpe .
El mes pasado, en una demostración de fuerza política, Morales y sus partidarios emprendieron una muy esperada marcha de varios días hacia La Paz, la capital, en un esfuerzo por presionar a Arce para que aborde la grave escasez de combustible y dólares.
Los productos importados escasean. Los precios están subiendo . Los conductores esperan horas para cargar combustible en las gasolineras.
La marcha de septiembre, que también pedía a las autoridades que permitieran a Morales presentarse a las elecciones presidenciales de 2025 a pesar de que el tribunal constitucional lo prohibió, derivó en enfrentamientos callejeros con contramanifestantes .
A principios de este mes, los fiscales bolivianos iniciaron una investigación sobre las acusaciones de que Morales tuvo un hijo con una niña de 15 años en 2016, y clasificaron su relación como violación legal. Morales se ha negado a testificar ante el tribunal.
Desde que circularon informes de una posible orden de arresto en su contra, el ex presidente se ha refugiado en la región del Chapare, en el centro de Bolivia, donde cultivadores de coca leales han estado vigilando para evitar su arresto.
DeBre informó desde Buenos Aires, Argentina.
ISABEL DEBRE
DeBre escribe sobre Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay para The Associated Press, con sede en Buenos Aires. Antes de mudarse a Sudamérica en 2024, cubrió el Medio Oriente desde Jerusalén, El Cairo y Dubái.
Por  CARLOS VALDEZ e ISABEL DEBRE
(Foto AP/Juan Karita, Archivo)
60 muertos GazaDEIR AL-BALAH, Gaza (AP) — Un ataque israelí contra un edificio de cinco plantas que albergaba a palestinos desplazados en el norte de Gaza causó al menos 60 muertos a primera hora del martes, más de la mitad de ellos mujeres y menores, dijo el Ministerio de Salud del enclave.
Por otra parte, el grupo político-paramilitar libanés Hezbollah anunció la elección de Naim Kassem como su nuevo líder, tras la muerte de Hassan Nasrallah en un ataque aéreo israelí el mes pasado.
Israel enfrentó también las críticas de los grupos de ayuda luego de que su parlamento aprobó una ley que podría restringir notablemente la capacidad de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos para operar en los territorios palestinos. La UNRWA es el mayor proveedor de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
Hezbollah explicó en un comunicado que el Consejo de la Shura, su organismo de toma de decisiones, seleccionó a Kassem, quien durante más de tres décadas fue segundo de Nasrallah, como el nuevo secretario general. Hezbollah se comprometió a continuar con las políticas de Nasrallah “hasta conseguir la victoria”.
Kassem, de 71 años, es uno de los fundadores de la milicia tras la invasión israelí de Líbano en 1982 y actuaba como jefe interino desde el deceso de Nasrallah el 27 de septiembre. Ha ofrecido varios discursos televisados en los que prometió que Hezbollah lucharía a pesar de los reveses sufridos.
Hezbollah empezó a disparar cohetes a territorio israelí, lo que provocó la respuesta de su vecino, luego de que el sorpresivo ataque de Hamás desde Gaza el 7 de octubre del año pasado desencadenó la guerra en la Franja. Irán, que respalda a ambas milicias, también ha intercambiado fuego con Israel en dos ocasiones desde entonces.
Las tensiones con Hezbollah estallaron el mes pasado cuando Israel lanzó una serie de intensos ataques aéreos y mató a Nasrallah y a la mayoría de los altos cargos del grupo. Además, las tropas israelíes lanzaron una invasión terrestre del país a principios de octubre.
Ataque en el norte de Gaza durante gran operación israelí en la zona
Aunque en las últimas semanas la atención se ha desviado a Líbano e Irán, Israel ha seguido librando una operación de grandes proporciones en el norte de Gaza y perpetrando ataques aéreos en todo el territorio.
El director del departamento de hospitales de campaña del Ministerio de Salud de Gaza, el doctor Marwan al-Hams, anunció la cifra de fallecidos en la ciudad de Beit Lahiya el martes durante una conferencia de prensa y añadió que había otras 17 personas desaparecidas.
El servicio de emergencias indicó que entre las víctimas mortales había al menos 12 mujeres y 20 menores, incluyendo bebés.
El ejército de Israel, que desde hace más de tres semanas lleva a cabo una operación a gran escala en el norte de la Franja contra lo que dice que son reductos de insurgentes de Hamás que se han reagrupado en la zona, no realizó comentarios de inmediato.
Entre los fallecidos había una madre con sus cinco hijos, algunos de ellos adultos, y otra mujer con sus seis hijos, según el listado inicial de víctimas facilitado por el servicio de emergencias.
El doctor Hossam Abu Safiya, director del cercano hospital Kamal Adwan, dijo que estaban sobrepasados por la oleada de heridos en el ataque. Las fuerzas israelíes asaltaron el centro durante el fin de semana y detuvieron a docenas de médicos. El ejército anunció el arresto de decenas de insurgentes de Hamás.
“El sistema de salud ha colapsado por completo”, afirmó Abu Safiya en un mensaje de voz enviado a periodistas el martes. Los heridos fallecen porque no se les puede atender, añadió.
En los últimos meses, el ejército israelí ha atacado repetidamente albergues para desplazados alegando que lleva a cabo ataques dirigidos contra insurgentes palestinos y trata de evitar causar daños a civiles. Los ataques suelen causar la muerte de mujeres y menores.
El ejército dijo que detuvo a decenas de insurgentes de Hamás en la redada en Kamal Adwan, la última de una serie de incursiones en hospitales desde el inicio de la guerra.
El último gran operativo israelí en el norte del sitiado enclave palestino, centrado en el campo de refugiados de Jabaliya, ha dejado cientos de muertos y forzó a miles a marcharse de sus hogares en otra oleada de desplazamientos masivos más de un año después del estallido de la guerra en el pequeño territorio costero.
Leyes israelíes contra agencia ONU podrían restringir más la ayuda
Israel también ha restringido drásticamente la llegada de ayuda al norte de Gaza este mes, lo que llevó a Estados Unidos a advertir que si no facilita la entrada de suministros podría reducir el apoyo militar que le brinda.
Los palestinos temen que Israel esté llevando a cabo un plan propuesto por un grupo de exgenerales, que sugirieron ordenar la evacuación de la población civil del norte, cortar la llegada de suministros y considerar que cualquiera que se quedase en la zona es un insurgente.
El ejército ha negado que esté aplicando el plan, y el gobierno no ha indicado claramente si lo está implementando en su totalidad o en parte.
El parlamento de Israel aprobó el lunes dos leyes que prohíben que la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos opere en suelo israelí y cortan toda la relación entre la UNRWA y el gobierno del país. Israel controla los accesos a Gaza y a la Cisjordania ocupada, y no estaba claro cómo podrá la agencia seguir trabajando en los territorios palestinos.
Israel sostiene que la UNRWA ha sido infiltrada por Hamás y que el grupo desvía la ayuda y utiliza las instalaciones de la ONU para encubrir su actividad, algo que la agencia niega.
Los grupos de ayuda han advertido que no hay un sustituto inmediato para la agencia, que proporciona educación, atención médica y ayuda de emergencia a los millones de refugiados palestinos de la guerra de 1948 que rodeó a la creación de Israel y a sus descendientes. La mayoría de la población de la Franja son familias de refugiados.
“Cortar esta ayuda vital a Gaza cuando el invierno amenaza con exacerbar una situación ya desesperada es cruel y peligroso”, dijo William Bell, jefe de la ONG británica Christian Aid en Oriente Medio.
El conflicto en la Franja comenzó cuando insurgentes encabezados por Hamás asaltaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, además de tomar a otras 250 como rehenes. Alrededor de un centenar de ellas siguen cautivas en Gaza y se cree que un tercio estarían muertas.
Israel respondió con una campaña que se ha cobrado la vida de más de 43.000 palestinos, de acuerdo con las autoridades de salud locales. Alrededor del 90% de sus 2,3 millones de habitantes se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de los combates, a menudo en más de una ocasión.
Magdy informó desde El Cairo, Egipto. y Mroue desde Beirut, Líbano.
By  WAFAA SHURAFA, SAMY MAGDY and BASSEM MROUE
(AP Foto/Tsafrir Abayov)
MntevideoMONTEVIDEO (AP) — El izquierdista Yamandú Orsi y el oficialista Álvaro Delgado se disputarán la presidencia de Uruguay en una segunda vuelta electoral el próximo 24 de noviembre, cuando los uruguayos deberán decidir entre el regreso de la izquierda tras cinco años de ausencia o la continuidad del oficialismo, en el poder desde 2020.
Orsi, del Frente Amplio, lideró la votación del domingo aunque sin el margen suficiente para asegurarse una victoria inmediata en primera vuelta. Delgado, candidato por el Partido Nacional, fue la segunda fuerza más votada, consiguiendo el pase al balotaje. Ambos admitieron en la noche electoral, cuando aún no se completaba el conteo preliminar y el escrutinio iba por encima del 50%, que habrá segunda ronda en noviembre.
Andrés Ojeda, el tercer aspirante por el Partido Colorado, apareció en el escenario con Delgado en una muestra de apoyo a la coalición oficialista para encarar al Frente Amplio.
“Falta poco, triunfaremos”, aseguró Orsi el domingo ante sus seguidores. “Las urnas hablaron”, apuntó su oponente Delgado, que llamó a sus colaboradores “a empezar a planificar la campaña rumbo al balotaje” desde el lunes.
El candidato del Frente Amplio apostó durante la campaña electoral por un tono renovador para devolver el poder a la histórica formación a través de una “izquierda moderna”, en tanto que Delgado se apoyó en los altos niveles de aprobación del saliente presidente Luis Lacalle Pou para abogar por la “reelección” y la continuidad de su legado.
A los 57 años y nacido en una zona rural de la región de Canelones, la segunda más poblada del país, Orsi moldeó sus ambiciones políticas en plena dictadura (1973-1985), cuando aún era adolescente.
Desde temprana edad militó en las filas del Frente Amplio y sus promesas de campaña se centraron en el impulso a las políticas medioambientales, la promoción y apoyo a los pequeños productores y el respaldo a las políticas de inclusión social, pilares que también sentaron las bases de su administración como intendente de Canelones, cargo que ocupó entre 2015 y 2024.
Heredero político del expresidente José “Pepe” Mujica (2010-2015), apuesta por una “izquierda moderna” para devolverle el poder a la coalición que estuvo al mando de Uruguay, de unos 3,5 millones de habitantes, entre 2005 y 2020. Para ello, adoptó un tono más amigable hacia el mercado que sus antecesores, abogó por el “diálogo” entre los diferentes sectores y prometió que su gobierno se basaría en la “honestidad”.
Orsi, un exprofesor de Historia, insistió además en que no planea impulsar cambios bruscos en la pequeña nación sudamericana, una de las más ricas de América Latina y con posturas políticas tradicionalmente más moderadas.
Por su parte, Delgado, veterinario de formación y abanderado del actual gobernante Partido Nacional, aspira a dar continuidad a los proyectos iniciados por el saliente presidente Luis Lacalle Pou, sobre todo, en materia económica.
Pese a que no ha logrado cosechar tanta simpatía como Lacalle Pou, la cercanía con el carismático mandatario podría darle un impulso extra para desbancar al Frente Amplio en el balotaje, para el que igualmente contará con el estratégico apoyo del Partido Colorado, un aliado histórico que terminó tercero en la votación del domingo.
Delgado cuenta con un extenso historial en la política, ya que a partir de 2000 pasó a ocupar diversos cargos en la histórica formación de centro-derecha. Cinco años después, dio el salto al Congreso, donde ocupó un asiento primero como diputado (2005-2015) y después como senador (2015-2020).
By  NAYARA BATSCHKE
(AP Foto/ Natacha Pisarenko)

Quienes Somos

Radio América es una emisora de habla hispana que transmite desde la ciudad de Laurel en el estado de Maryland cubriendo con sus 1,900 vatios de potencia toda el área metropolitana de Washington D.C. en la cual residen cerca de 1 millón de Latinos.

Su propietario es Alejandro Carrasco considerado como la personalidad radial hispana mas influyente en Washington, Maryland y Virginia.

Su frecuencia, 900 AM una Ubicación ideal en el dial para alcanzar a toda la comunidad latina en el area metropolitana de Washington.

Contactos

Oficina
1682 E Gude Drive. Rockville, MD 20850
Suite 102
Cabina: 301-6100900
Recepción: 301-942-3500
Fax: 301-942-7798
info@radioamerica.net

Contador de Visitas

045097813
Hoy
Ayer
Esta Semana
Este Mes
Mes anterior
Total de visitas al Sitio Web
15508
24347
97398
186922
511835
45097813

Tu IP desde donde navegas es: 18.216.70.76
08-05-2025 12:34