
La moneda sería inicialmente compartida entre Argentina y Brasil y utilizada para el comercio y las transacciones entre los dos países, explicó el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva a periodistas luego de reunirse el lunes con su colega Alberto Fernández.
“Queremos que cada ministro de Economía con su equipo puedan hacernos una propuesta”, señaló Lula, quien acotó que la consecución de esa moneda supondrá “mucho debate y reuniones”.
También indicó que el proyecto evitaría la dependencia del dólar y, en ese marco, instó a “crear” eventualmente una moneda común con otros países del Mercosur, el bloque comercial que Argentina y Brasil integran junto a Paraguay y Uruguay.
“Creo que eso va a suceder y es necesario que suceda porque hay países que a veces tienen dificultades en adquirir dólares”, dijo el presidente brasileño, quien realiza una visita a Argentina y el martes participará en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Es “el hecho de vivir en paz”, apuntó monseñor Alas en conferencia de prensa al final de la misa dominical al ser consultado sobre los resultados de una encuesta divulgada por el Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad José Simeón Cañas, privada y dirigida por jesuitas. Este centro de estudios ha sido crítico al gobierno.
De acuerdo con ese estudio dado a conocer el 19 de enero, el 90% de la población reconoce que la situación de seguridad del país centroamericano ha mejorado, y que Bukele subió su nota de aprobación al pasar de 7.54 puntos que logró al cierre del 2021 a un 8.37 al final del 2022.
Los salvadoreños han “comenzado a vivir un momento de paz, con libertad para salir. Ya las cosas han cambiado y es por eso por lo que el pueblo se siente agradecido”, subrayó el prelado, aunque consideró que la violencia no ha sido erradicada del todo.

En la más reciente de las manifestaciones que por más de un mes han sacudido a la nación y que han dejado al menos 55 fallecidos, los manifestantes caminaron por las calles del centro histórico de Lima y tras acercarse a la icónica plaza San Martín, cientos de agentes les impidieron el ingreso.
Los manifestantes se mantuvieron en una calle cercana de forma pacífica. Algunos lanzaron piedras a los policías, que respondieron con bombas lacrimógenas. Las autoridades también desalojaron a varias personas que se encontraban en un parque aledaño.
En otras regionales del país, como Cusco y Arequipa, también se registraron manifestaciones y algunos intentos de tomar los aeropuertos locales, según las autoridades.
La presidenta Boluarte criticó por la noche las protestas por no tener “ninguna agenda social que el país necesita” y cuestionó quién financia a los manifestantes.
“Ustedes quieren quebrar el estado de derecho, quieren generar caos y para dentro de ese caos y desorden, tomar el poder de la nación, están equivocados”, dijo la mandataria.

El ritual tuvo un significado adicional para Joenia Wapichana, la primera mujer indígena de Brasil en encabezar la agencia encargada de proteger la selva amazónica y su gente. Una vez que preste juramento el próximo mes bajo el gobierno del nuevo presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Wapichana promete limpiar una agencia que, según los críticos, ha permitido que se exploten los recursos de la Amazonía a expensas del medio ambiente.
Mientras Wapichana realizaba el ritual, indígenas y funcionarios coreaban con entusiasmo: “¡Yuju! ¡La Funai es nuestra!”, una referencia a la Fundación Nacional del Indio, la agencia que ella dirigirá.
Ambientalistas, pueblos indígenas y los votantes que simpatizan con sus causas fueron importantes para la estrecha victoria de Lula ante el expresidente Jair Bolsonaro. Ahora Lula trata de cumplir las promesas de campaña que hizo sobre una amplia gama de temas, desde la expansión de los territorios indígenas hasta detener el aumento de la deforestación ilegal.
Para llevar a cabo estos objetivos, Lula está nombrando a ambientalistas e indígenas reconocidos a puestos clave en la Funai y otras agencias que Bolsonaro ocupó con aliados de la agroindustria y jefes militares.

“Este es un momento crucial. Rusia se está reagrupando, está reclutando y está intentando reequiparse”, advirtió el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, al inicio de la reunión.
Zelenskyy, que intervino en directo por videoconferencia, señaló que el “terror no admite discursión” y que “la guerra que inició Rusia no permite demoras”.
Afirmando que este es un momento decisivo para Ucrania y una “década decisiva para el mundo”, Austin apuntó que la presencia del grupo de aliados en Alemania demostraba su unidad y compromiso de seguir apoyando a Kiev.
“Tenemos que mantener nuestro impulso y nuestra determinación. Tenemos que ir aún más allá”, dijo el funcionario estadounidense a los 50 líderes de defensa presentes, presencialmente u online, en la cumbre.