
En la emoción del momento, clamando por un ídolo, muchos empujaron hacia adelante, empujando a los juerguistas a los juerguistas, cada vez más cerca y más cerca, hasta que parecía que se tragaban cada centímetro. Luego, luchando contra la compresión o buscando escapar, la gente empujó de adelante hacia atrás, y llegaron nuevas ondas.
Lo que siguió el viernes pasado en Houston está empañado por preguntas sin respuesta y experiencias sorprendentemente diferentes basadas en dónde se encontraba alguien, qué oleadas de movimiento lo alcanzaron y cómo manejaron el enamoramiento. Pero en los 70 minutos el cabeza de cartel estuvo en el escenario en un espectáculo que dejó nueve muertos, una cosa era cierta: casi todos sintieron las olas de la humanidad, nacidas de la emoción pero empapadas de riesgo, a medida que se extendían.
“Te convertiste en un organismo”, dijo Steven Gutiérrez, de 26 años, de Ellenville, Nueva York, que mide 6 pies 2 pulgadas y pesa 391 libras, pero sin embargo se sintió golpeado por el poder de los empujones que lo enviaron a la deriva de su lugar. “Somos todos uno. Te estás moviendo con la multitud. La multitud es como agua. Es como un océano ".

Pese a los esfuerzos obvios por vincular la querida historia sobre un perro enorme y la niña que lo ama con un mensaje más grande y actual en la película con actores reales y CGI “Clifford the Big Red Dog” (“Clifford: El gran perro rojo”), hacerlo realmente no era necesario.
A ciertos niveles, la película dirigida por Walt Becker comprende esto y nos brinda muchas escenas encantadoras y afectuosas entre Clifford y la joven Emily Elizabeth (una convincente Darby Camp), lo cual demuestra que conoce a su público principal: los niños pequeños. Y para ellos, funcionará bien.
A los espectadores mayores, sin embargo, quizás les resulte difícil ignorar algunos de los momentos más torpes de un guion que, al tratar de actualizar una historia creada en 1963, se interpone con diálogos que aunque a veces son divertidos y dulces, pueden ser incómodos y ocasionalmente incluso fuera de tono.
Pero hablemos primero del perro. Para aquellos a quienes les preocupaba que la versión CGI de Clifford no iba parecier real o no iba a cumplir las expectativas, pueden estar seguros de que está bien. Es grande, es rojo, es peludo, dulce y, en cuanto al realismo, bueno, ¿cuántos perros rojo del tamaño de un elefante conocen? Además, no habla humano y eso es bueno.

Stockwell murió de causas naturales el domingo en su casa, dijo Jay Schwartz, un portavoz de su familia.
Stockwell fue nominado al Oscar por su personaje de mafioso cómico en “Married to the Mob” y fue nominado en cuatro ocasiones al premio Emmy por “Quantum Leap”. Pero en una carrera que abarcó siete décadas, fue un actor de carácter supremo cuyo tiempo en cámara no tenía que ser extenso para ser fascinante, como cuando hizo el playback de Roy Orbison en la escena de una fiesta catastrófica en “Blue Velvet”, de un agente desesperado en “The Player” (“Las reglas del juego”) de Robert Altman, y de Howard Hughes en “Tucker: The Man and His Dream” (“Tucker: el hombre y su sueño”) de Francis Ford Coppola.
Pero su propia relación con la actuación, que comenzó en Broadway a los 7 años, era complicada. En una carrera itinerante abandonó el mundo del espectáculo varias veces, incluyendo a los 16 años y nuevamente en la década de 1980, cuando se mudó a Santa Fe, Nuevo México, para vender bienes raíces.
“Dean pasó toda su vida yendo y viniendo de la fama al anonimato”, dijo su familia en un comunicado. “Por eso, cuando tenía trabajo, estaba agradecido. Nunca dio por sentado el negocio. Era un rebelde, tremendamente talentoso y siempre un soplo de aire fresco”.

“Estoy que no me lo puedo creer, realmente es toda una sorpresa”, dijo Arenas en una entrevista reciente por videollamada desde Miami, donde reside. “No me lo esperaba, es que yo soy una artista independiente, con un disco producido por otra mujer, además acústico. De verdad que jamás en la vida me había esperado que eso hubiera pasado y pues, ¡guau! Estoy celebrándolo y lo celebraré completamente”.
Los Latin Grammy, en su 21ra edición, se entregarán el jueves 18 de noviembre en Las Vegas en una ceremonia transmitida en vivo por Univision.
Ya en 2019, Arenas había competido por tres premios con su álbum debut, “Visceral”, y en 2017 había sido nominada en la codiciada categoría de mejor nuevo artista en 2017.
Las seis canciones de “Mis amores” incluyen la nominada a canción y grabación del año “A tu lado”, coescrita con María Elisa Ayerbe, además de una versión de la clásica del vallenato “Los caminos de la vida”.
Ayerbe además coprodujo, mezcló y colaboró en la ingeniería de grabación del EP surgido en la pandemia, en una época en la que Arenas también se convirtió en madre de su hijo León, a quien dedica la canción homónima del álbum.

“La verdad que era un personaje”, dice sobre sus años de adolescencia cuando producía sus propios videos. “Y siempre fui así, de inventarme obras de teatro o guiones de cosas en mi cabeza y yo quería que el mundo las viera... Siempre estuve muy metida en todo lo relacionado al arte. Hice muchas obras de teatro pero también muy metida en lo que es autogestión, me gustaba ser muy independiente a la hora de hacer mis cosas”.
Eso es algo que ha mantenido como cantante urbana emergente. Becerra todavía no tiene un sello discográfico (sólo distribuidora), y aun así ha figurado en el Top 10 de Spotify de Argentina con colaboraciones como “Wow Wow” con Becky G, “Antes de ti” con Rusherking, “Mal acostumbrao” con Mau y Ricky y el éxito internacional “Qué más pues?” con J Balvin, tan sólo en los últimos meses.
Mayormente intérprete de música urbana, pero también de otros ritmos como bachata o R&B, en 2019 debutó con el sencillo “222” y dos años después lanzó el EP “Animal, Parte 1”, al que siguió su primer álbum completo, “Animal”, este año. También ha aparecido en múltiples remixes con artistas populares, como “En tu cuerpo” con Lyanno, Rauw Alejandro y Lenny Tavárez, “AYNEA” con FMK y Beret, y “Además de mí” con Rusherking, Khea y Duki, Lit Killah y Tiago Pzk, su primer número uno en el Hot 100 de Argentina.