
Holi, ampliamente conocido como el festival hindú de los colores, marca la llegada de la temporada de primavera a la India, Nepal y otros países del sur de Asia, así como a la diáspora. Celebra el amor divino entre el dios hindú Krishna y su consorte Radha, y significa un tiempo de renacimiento y rejuvenecimiento, abrazando lo positivo y dejando ir la energía negativa.
En todo el país, la gente, algunos vestidos completamente de blanco, celebraron el festival empapándose unos a otros en polvos de colores mientras otros lanzaban globos de agua llenos de pigmentos de colores desde los balcones. Algunos usaron pistolas de agua para perseguir a otros juerguistas en los parques, y otros bailaron en las calles con música a todo volumen en los parlantes.
La comida y la bebida son una gran parte de las festividades. Los vendedores en algunas partes de la India vendían Thandai, una bebida tradicional preparada con leche, frutas secas y, en ocasiones, que puede mezclarse con cannabis.

Otra tradición que caracteriza a Holi es el Bhang, una pasta que se elabora moliendo las hojas de la planta de cannabis y que se utiliza en bebidas y snacks. Está relacionado con el hinduismo, particularmente con el Señor Shiva, y se come durante algunos festivales religiosos de la región. La venta y el consumo de la pasta están permitidos por la ley india, aunque algunos estados la han prohibido.
En algunas partes de la India, la gente también encendía grandes hogueras la noche anterior al festival para conmemorar el triunfo del bien sobre el mal.
Las tradiciones Holi varían en toda la India.

(Foto AP/Rajesh Kumar Singh) (AP Photo/Channi Anand) (AP Photo/Bikas Das)