
También la policía disparó, atacó y golpeó a manifestantes desarmados, lo que provocó lesiones y muertes, según la comisión.
Once hombres murieron y otros cuatro están desaparecidos y se les “presume muertos”, de las 48 personas identificadas como víctimas de la represión en Lekki, según el informe presentado al gobernador de Lagos, Babajide Sanwo-Olu.
El informe aún no se ha publicado, pero The Associated Press obtuvo una copia y confirmó los detalles con fuentes allegadas a la comisión y uno de sus miembros.
“En la caseta de peaje de Lekki, oficiales del ejército nigeriano lesionaron y mataron a tiros a manifestantes indefensos, sin provocación ni justificación, cuando ondeaban la bandera nigeriana y cantaban el himno nacional, y la manera de atacar y de matar se puede calificar, en contexto, de masacre”, dice el informe.
La conducta de los soldados en Lekki tiene el agravante de su “negativa a permitir que las ambulancias prestaran atención médica” a las víctimas, dice el informe. También acusa a la policía de tratar de encubrir los disparos en la puerta de peaje en Lagos.
Algunos de los heridos en Lekki confirmaron a la AP las descripciones del informe acerca de cómo los soldados abrieron fuego en la protesta.
Un vocero del gobierno estatal de Lagos no respondió de momento a un pedido de declaraciones.