
La institución anunció, tras la reunión de su junta monetaria, que incrementará su tasa de interés semanal a los bancos en 200 puntos, a 17%. En noviembre aplicó un aumento de 475 puntos.
En un comunicado, el banco afirmó que el aumento busca “implementar una fuerte restricción monetaria a fin de eliminar riesgos inflacionarios, mantener a raya las expectativas inflacionarias y restaurar el proceso desinflacionario lo más pronto posible”.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan destituyó al anterior director del banco central en noviembre, luego que la lira cayó a mínimos históricos. Designó en su lugar a Naci Agbal, ex ministro de finanzas.
El anterior director, Murat Uysal, había reducido las tasas de interés de las alturas que alcanzaron cimas en el 2018, ateniéndose a la preferencia de Erdogan de mantenerlas reducidas.
Los mercados han respondido favorablemente a Agbal y a sus promesas de mantener una política monetaria más ortodoxa y restrictiva. La lira se ha fortalecida frente al dólar tras una estrepitosa caída por inquietudes sobre el manejo de la economía y la cantidad de reservas en el banco central, los efectos de la pandemia y las tensiones diplomáticas.