
Las cifras publicadas el viernes mostraron que están apareciendo un promedio diario de 2.294 nuevos casos confirmados, lo que supone un aumento del 24% con respecto al periodo anterior de 7 días. Sin embargo, el número de casos notificados en hogares para ancianos está disminuyendo, y la tasa de mortalidad por COVID-19 sigue reduciéndose.
Las autoridades parecen dispuestas a prolongar las restricciones que se aplican de forma casi permanente desde principios de noviembre, que incluyen el uso obligatorio de mascarillas en exteriores, toques de queda nocturnos y límites a la apertura de determinados comercios. También están prohibidos los viajes no esenciales.
Las autoridades belgas han estado exhortando a las personas a respetar las restricciones, a medida que se acerca el clima más cálido de primavera y que el efecto de las vacunas comienza a afianzarse lentamente. Sin embargo, algunos grupos de derechos humanos se han quejado de algunas medidas y otros temen que haya posibles abusos con los datos de salud.
El gobierno belga sopesa aplicar cambios, como la posibilidad de reabrir algunos negocios que involucran más contacto de persona a persona, como los salones de belleza. También buscará aumentar el número de amigos o familiares que las personas pueden ver.
Más de 22.000 personas han muerto por causas relacionadas con el coronavirus en Bélgica, que tiene una población de 11,5 millones.