
El partido en el Estadio Olímpico de Kiev — un escenario con aforo para 65.500 espectadores — enfrentó a Shaktar Donetsk y Metalist 1925, clubes de la región este del país que es teatro de la guerra.
Empataron 0-0, aunque el resultado siempre fue lo de menos.
Se trató del primer partido en la máxima división que se juega en el país desde la invasión rusa en febrero. La decisión de dar comienzo al campeonato ha sido alabada como un gesto desafiante de que los ucranianos están listos para restaurar cierta normalidad a sus vidas.
Pero este partido estuvo lejos de ser normal.
Ucrania sigue bajo ley marcial. Se prohibieron las congregaciones masivas de público previo al feriado por el Día de la Independencia el miércoles debido al temor de un posible bombardeo ruso.
En medio de protestas contra los dueños del club, el United recuperó la intensidad y la garra para derrotar el lunes 2-1 a su clásico rival Liverpool y embolsarse sus primeros puntos en la Liga Premier esta temporada.
Jadon Sancho a los 16 minutos y Marcus Rashford a los 53 anotaron los goles del United para conseguir una victoria que debe reducir la presión que ya asfixiaba al nuevo técnico Erik ten Hag. El neerlandés mandó un claro mensaje con su once titular, dejando en la banca al astro Cristiano Ronaldo y al capitán Harry Maguire.
“Buscaba otra actitud y eso fue lo que pude observar en la cancha”, dijo Ten Hag, cuya etapa en el United ha iniciado con una especie de crisis en el club más importante de Inglaterra. “Pero es apenas el inicio”.
Inesperadamente, Liverpool quedó como el equipo en apuros. Arrancaron la temporada con aspiraciones de pelear por el título, pero los dirigidos por Jürgen Klopp siguen sin poder ganar después tres partidos, rezagándose por detrás del United en la tabla.
Mohamed Salah descontó a los 81, pero fue otra floja presentación de los subcampeones del curso pasado.
“Durante el calentamiento, el estadio estaba callado, como nunca lo había sentido, y ellos salieron con ganas de motivar a sus hinchas”, comentó el zaguero de Liverpool Andrew Robertson. “Nos prestamos a eso”.

En el día que cumplió 34 años, el delantero polaco facturó el domingo su primer doblete como azulgrana para liderar la victoria 4-1 en la visita a la Real Sociedad por la segunda jornada de La Liga española.
El ex del Bayern Múnich estrenó oficialmente su cuenta goleadora con el Barça con un remate desde el corazón del área cuando corrían 42 segundos. Anotó cuajó su segunda diana con un nuevo remate en el área, a pase de Ansu Fati, a los 68 minutos.
“Aunque tenga 34 años, Lewandowski parece que tiene 20”, valoró el volante azulgrana Pedri tras la conclusión.
Ousmane Dembélé destrabó el duelo marcando el segundo tanto de su equipo a los 66, después que Fati lo habilitó a su llegada al área con un certero taconazo, que el extremo francés resolvió con un tiro cruzado a las redes.
Fati, quien ingresó de cambio a los 64, selló su gran actuación marcando su primera diana del curso al definir con un remate dentro del área a los 79 tras la asistencia de Lewandowski.

En su estreno el pasado fin de semana, Di María aportó el talento que la Juve necesitaba y dio un pase para gol en la victoria por 3-0 sobre el Sassuolo en el primer partido de los Bianconeri en la campaña.
Sin embargo, el atacante argentino se lastimó en ese encuentro y también podría perderse el importante partido del próximo fin de semana contra la Roma, que a primera hora se impuso 1-0 al recién ascendido Cremonese y suma dos victorias en igual número de fechas.
Juventus también acusó las ausencias de Paul Pogba, el atacante Federico Chiesa, al delantero brasileño Kaio Jorge y el portero polaco Wojciech Szczęsny. El veterano Leonardo Bonucci sólo estaba en condiciones para estar en la banca.
Sampdoria estrelló dos veces el balón en el travesaño en el partido en el que sucumbió 2-0 ante Atalanta el pasado fin de semana y le sucedió de nuevo con el francés Mehdi Léris en los minutos iniciales.
Poco después, Juventus estuvo a punto de encajar un autogol cuando el delantero serbio Dusan Vlahovic desvió un tiro de esquina hacia su arco.
Kylian Mbappé anotó al transcurrir apenas ocho segundos, con lo que igualó el récord del gol más rápido en la historia de la liga francesa.
Con la asistencia de Lionel Messi, Mbappé la mandó a guardar para encaminar la paliza 7-1 que los campeones vigentes de la Ligue 1 le endosaron a Lille el domingo.
El PSG ha ganado sus tres primeros tres partidos y le saca dos puntos de diferencia a Marsella y Lens desde lo más alto de la tabla de posiciones.
Los visitantes manufacturaron el primer gol con cuatro pases tras mover el saque inicial en el feudo de Lille. Un pase en elevación de Lionel Messi llegó a los pies de Mbappé, quien picó el balón por encima del arquero Leo Jardim.
El técnico del PSG Christophe Galtier dio el crédito a sus auxiliares y a la filial Sub19 del club.
Tras el saque, Neymar retrasó el balón para recibirlo otra y cederlo a Messi, quien avistó el desborde de Mbappé y éste supo aprovechar el pase.
“Nuestro equipo Sub19 lo hizo en el torneo juvenil contra Salzburgo”, dijo Galtier en una rueda de prensa. “Se lo mostramos a los jugadores. Aceptaron intentarlo. Lo ensayamos en el entrenamiento y lo ejecutamos a la perfección esta noche”.