Argentina llega al millón de casos de coronavirus

USHUAIA, Argentina (AP) — En el extremo sur de Argentina, en una ciudad conocida como “El Fin del Mundo”, muchos pensaban que estarían a salvo de los peores estragos de la pandemia de coronavirus.

Muy lejos de la bulliciosa capital del país sudamericano, los trabajadores de salud en Ushuaia pudieron contener inicialmente un pequeño brote entre extranjeros que esperaban zarpar hacia la Antártida al inicio de la crisis.

Pero mientras Argentina rebasaba el lunes el millón de casos de coronavirus, ahora son las pequeñas ciudades como Ushuaia las que registran los repuntes más notorios. En el último mes, los médicos han tenido que cuadruplicar el número de camas para pacientes de COVID-19. Al menos el 60% de las pruebas diagnósticas recientes han arrojado positivo.

“Fuimos un ejemplo en el país”, señaló el doctor Carlos Guglielmi, director del Hospital Regional de Ushuaia. “Evidentemente entró alguien con coronavirus”.

En toda Latinoamérica, se prevé que otras tres naciones alcancen el millón de infecciones en las próximas semanas: Colombia, México y Perú. El poco alentador hito se presenta mientras América Latina sigue registrando uno de los conteos de casos diarios más elevados del mundo. Y aunque algunas naciones han reportado importantes declives, en general no hay tregua. Los casos descienden en un municipio pero aumentan en otro.

La trayectoria muestra que es casi un hecho que la pandemia llegará a cada rincón de Latinoamérica.

“Ya se está superponiendo la segunda oleada, sin haber terminado la primera”, manifestó el doctor Luis Jorge Hernández, profesor de salud pública de la Universidad de Los Andes en Colombia.

Argentina ha registrado un incremento de casos a pesar de implementar uno de los confinamientos más prolongados del mundo. Las principales ciudades de Colombia han reportado un descenso, pero áreas más pequeñas, como el departamento de Caldas en la región cafetalera, están alcanzando una cresta. Las cifras generales de Perú van a la baja, pero las autoridades reportaron recientemente 12 regiones en las que se presenta un repunte. De igual forma, México ha reportado un aumento en la última semana en una cuarta parte de sus estados.

El resultado es que, en lugar de una segunda oleada del virus como la que se vive en Europa, los epidemiólogos prevén una tendencia de meseta.

“Todavía nuestros países están saliendo del primer pico”, dijo el médico Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Contagiosas de la Organización Panamericana de la Salud. “Todavía hay una gran parte de la población expuesta y la transmisión comunitaria continúa”.

El sendero de devastación del coronavirus por Latinoamérica es consecuencia de frágiles sistemas de salud pública, factores sociales como la pobreza y las malas decisiones gubernamentales iniciales que arrojaron como resultado pruebas de diagnóstico deficientes o en cantidad limitada, y un mínimo rastreo de contactos. Hoy día, la región alberga a la mitad de los 10 países con mayor número de casos totales a nivel mundial.

Inicialmente, Argentina registró pocos contagios del nuevo coronavirus, pero actualmente tiene una de las mayores tasas de infecciones diarias per cápita, según Our World in Data, una publicación científica en línea sin fines de lucro con sede en la Universidad de Oxford. Está a la par de varias naciones europeas que atraviesan un repunte de contagios.

El doctor Adolfo Rubinstein, exministro de Salud de Argentina, dijo que la nación se apoyó demasiado de los confinamientos como el medio principal para controlar al virus, en lugar de adquirir suficientes pruebas diagnósticas en los primeros meses de la pandemia.

También están variando los lugares en los que aparece el virus. Inicialmente, hasta el 90% de los casos confirmados se registraban en la zona metropolitana de Buenos Aires. Hoy, el 65% de los casos en el país se encuentran en las provincias, e incluso en ciudades remotas como Ushuaia, indicaron las autoridades.

“Ahora está presente en todo el país”, dijo Rubinstein.

La doctora Carissa F. Etienne, directora de la Organización Mundial de la Salud para el continente americano, advirtió recientemente que el coronavirus está apareciendo en lugares que no había afectado previamente, como en la región angloparlante del Caribe.

“En muchos países, la pandemia también se ha trasladado a zonas menos pobladas”, declaró.

También Colombia experimenta esa tendencia. La ciudad de Manizales, en una región conocida por sus campos cafetaleros, actualmente registra 440,98 casos por cada 100.000 habitantes, muy por encima del promedio nacional de 284,09 por cada 100.000 personas, según el ministerio de Salud. Las autoridades señalan que un aumento más lento de casos les permitió expandir su capacidad en los pabellones de cuidados intensivos.

“Aquí no hubo un pico como en Europa”, apuntó Hernández, “sino una meseta”.

En toda la región, las pruebas de diagnóstico siguen siendo un obstáculo. En Perú, las autoridades han dependido en buena medida de pruebas de anticuerpos para identificar los casos, a pesar de que esos análisis no están diseñados para hacer diagnósticos debido a que únicamente detectan proteínas que se desarrollan una semana o más después de una infección. El número de análisis que se practican en Argentina está muy por debajo del de sus países vecinos; el domingo sólo se realizaron 13.890 pruebas, comparadas con las 31.988 que se llevaron a cabo en Colombia ese mismo día.

El alto porcentaje de pruebas positivas en Argentina deja entrever que el país sigue sin detectar un elevado número de infecciones.

Brasil alcanzó el millón de casos en junio y ahora acumula 5,2 millones de infecciones.

“Estos son subregistros enormes de lo que realmente está sucediendo en término de números”, dijo Felicia Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados de América en la Universidad de Miami. “Necesitamos un uso más constante de las mascarillas — pero debemos combinarlo con las pruebas y el rastreo —, o de otra forma las cifras aumentarán enormemente”.

En Ushuaia, las autoridades creen que los transportistas que traían alimentos desde la región de Buenos Aires pudieron ser responsables del aumento de casos que se ha registrado desde mediados de septiembre. La ciudad, un punto de salida de los cruceros hacia la Antártida, había sido un ejemplo para la nación. El cierre al tránsito aéreo y la suspensión al turismo la mantuvo libre del virus durante meses.

Pero la falsa sensación de seguridad pudo haber provocado que las personas relajaran las normas básicas de la pandemia, como el lavado de manos y el distanciamiento social. La provincia de Tierra del Fuego, con cerca de 150.000 habitantes, ahora tiene más de 8.000 casos confirmados.

En Ushuaia, los impacientes residentes hacen largas filas en auto para practicarse pruebas de diagnóstico. Un complejo deportivo fue adaptado para la atención de pacientes. Hace un mes, el hospital regional atendía apenas a siete enfermos de COVID-19; ahora tiene a 28 que ocupan todas las camas disponibles para pacientes adultos de la enfermedad.

“El fracaso en Argentina fue la baja cantidad de testeos”, declaró Guglielmi.

José Bongiovanni, un abogado de Ushuaia, dijo que la preocupación que parecía tan lejana ya no lo es tanto.

“Vivir en el fin del mundo nunca fue fácil”, señaló. “Y mucho menos fácil es en un momento como este”.

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Deluca reportó desde Ushuaia, Calatrava desde Buenos Aires y Armario desde Bogotá.

Fuente AP: (https://apnews.com/article/noticias-42d3d6a000f693d5c6aba916565bc215)